El campeón olímpico de esgrima, el venezolano Rubén Limardo, ha fijado dos objetivos a su participación en los juegos de Río de Janeiro: revalidar su medalla de oro con la espada, algo que sólo logró el cubano Ramón Fonst hace más de un siglo, y ganar también en la competencia de equipos.
«Sería ideal ganarse dos medallas en unos solos Juegos Olímpicos. Creo que sería emocionante para nosotros», declaró Limardo, el segundo venezolano que gana una medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Limardo se impuso en los juegos de Londres 2012, como en los de México 1968 lo hizo su compatriota, el boxeador Francisco «Morochito» Rodríguez.
El esgrimista venezolano también quiere emular lo que sólo ha hecho en este deporte el habanero Fonst, quien conquistó la medalla de oro individual de espada en la edición olímpica de París 1900, y repitió en la de San Luis 1904.
«Cuando se trata de un deporte de combate no es fácil decir: voy a ganar, porque uno no tiene la marca. Pero pienso que están las posibilidades. Ese día puede pasar cualquier cosa, pero nosotros vamos a buscar las medallas», afirmó el tirador que hace equipo con Silvio Fernández, Francisco Limardo y Kelvin Caña.
El espadachín, actualmente noveno en el ranking mundial, se clasificó a Río de Janeiro como el mejor de la Zona Americana, mientras que el equipo de su país selló el visado durante la Copa del Mundo de Vancouver, en febrero pasado.
Conseguir su clasificación requirió de esfuerzo adicional, pues en el camino debió superar una lesión de espalda.
«Me he sentido bien. A medida que se acerca la competencia me siento más fuerte, más activo. Prácticamente me pasó lo mismo que en Londres, hubo una lesión que casi me saca de la clasificación. Las cosas se están repitiendo, y esperamos que podamos llevarnos ese éxito en Río», aseveró.
Desde Londres hasta ahora, Limardo ha notado su cambio: «hace cuatro años era un muchacho joven que tenía esas ganas por tocar el éxito», dijo.
«Siempre me pronostiqué ganar unos Juegos Olímpicos en mis 30 o 31 años que es el momento en el que estoy ahora, con más experiencia», agregó.
Pero los próximos Juegos Olímpicos, que serán su tercera cita tras debutar en Pekín 2008, también son distintos para él porque «habrá más competidores esta vez». En la edición de Londres 2012 «era sólo la competencia individual», apostilló.
Limardo y el resto del equipo venezolano tienen su base de entrenamiento entre Polonia y Suiza, bajo la tutela de su tío Ruperto Gascón, en quien confían para estar al nivel de la competencia en agosto próximo.
«En estos últimos meses hemos modificado muchas cosas emulando la planificación de otros países, pero adaptando lo que nos haga sentir mejor. Estamos muy fuertes y unidos haciendo nuevas estrategias y técnicas que nos están ayudando muchísimo para mejorar», comentó.
Para el atleta venezolano «el equipo ha trabajado durante muchos años y también tiene ese logro en mente», además de que desea que sus compañeros también tengan la oportunidad de «ser medallistas olímpicos y mundiales».
El campeón olímpico planea estar presente en Tokio 2020, pero no lo da por hecho: «decidiré después de Río si sigo o no».
«Esperamos que la motivación siga, a pesar de que después de estos Juegos quiero estudiar nuevamente, tomar los dos años posteriores para relajarme un poco y trabajar más tranquilo», remató.
EFE
Foto: Archivo
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