El alero LeBron James vivió una de sus noches más espectaculares y decisivas que tuvo en las seis Finales que ha disputado después de ser el héroe que en el segundo partido no sólo salvó a su equipo de los Cavaliers de Cleveland sino que también lo hizo con la NBA.
La baja por cuatro meses del base Kyrie Irving, lesionado, había dejado a los Cavaliers llenos de incógnitas de cara a lo que resta de las Finales.
Pero James las despejó al ser la figura que lideró al equipo al triunfo en la prórroga por 95-93 y empató a 1-1 la serie al mejor de siete, además de recuperar la ventaja de campo, que ahora está del lado de los Cavaliers.
Es cierto, que el partido fue muy pobre en cuanto a la calidad de juego que se presenció en el Oracle Arena, de Oakland, pero no fue por culpa de James que logró un triple doble monumental de 39 puntos (11-34, 3-6, 14-18), 16 rebotes –12 defensivos–, 11 asistencias, recuperó un balón, perdió tres y recuperó un balón.
«Lo di todo en el campo y mis compañeros al final también me compensaron el esfuerzo con una labor de equipo», declaró James que por fin después de seis partidos disputados en las Finales de la NBA con los Cavaliers les dio el primer triunfo. «Soy consciente que no hicimos el mejor baloncesto espectáculo, pero si respondimos como equipo luchador y así será por lo que reste de la serie».
El triunfo si puede pasar a la historia, pero el partido porque su equipo sólo tuvo un 33 por ciento de acierto se vino abajo en el cuarto periodo y al final, en realidad, ganaron porque los Warriors tuvieron toda la noche a la peor versión encestadora de la temporada en el Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, el base Stephen Curry.
El líder encestador que les había guiado hasta ahora en todos los triunfos importantes y decisivos, esta vez perdió por completo su mejor toque de muñeca y los 19 puntos que aportó fueron un falso espejismo que para nada ocultaron los fallos que tuvo.
Curry falló 18 tiros de los 23 que hizo a canasta, incluidos 13 de tres puntos, sin que además tuviese un buen control de balón al perderlo nada menos que seis veces, de las 18 que sumó todo el equipo, que tampoco brilló en el juego interior al capturar 45 rebotes por 55 de los Cavaliers.
«No he estado bien y tampoco sé que ha sido lo que me ha pasado», declaró Curry al concluir el partido. «Pero tuvimos la oportunidad de ganar el partido después que remontamos en el cuarto periodo».
Un triunfo de los Warriors, a pesar del gran partido ofensivo que jugó el escolta Klay Thompson, llegó a los 34 puntos, no hubiese sido justo porque nunca estuvieron en control del ritmo del partido ni al frente en el marcador.
Además, el entrenador de los Warriors, el novato Steve Kerr, esta vez tampoco brilló al no encontrar en el banquillo al hombre que hubiese podido darle descanso a Curry mientras recuperaba su concentración y analizaba lo que pasaba con sus tiros a canasta.
El escolta brasileño Leandro Barbosa podría haber sido la alternativa como demostró al estar perfecto (2-2) en los tiros de campo que hizo y aportó cinco puntos.
«Son las Finales. Todo es difícil. Se supone que será difícil», reiteró Kerr. «Tuvimos una noche difícil. Por eso hay que seguir adelante, aprender, mejorar, y eso es lo que vamos a hacer».
Tal vez, el propio Kerr habrá aprendido que tiene que arriesgar y saber que alternativas posee cuando el líder encestador no está acertado, y no vuelva a mantenerlo en el campo durante 18 minutos sin que haya conseguido una canasta.
Kerr no se arriesgo, quiso morir con su estrella y eso le costó perder el partido y dejar en el aire la eliminatoria que ahora se traslada hasta el Quicken Loans Arena, de Cleveland, donde el martes se jugará el tercer partido y con todo por decidir.
Una situación que hace que los aficionados mantengan todo el interés puesto en las Finales y a su vez genere mayor audiencia de televisión para satisfacción de la NBA.
Ahora más que nunca, tras la firma multimillonaria del nuevo contrato con las cadenas que tendrán los derechos de trasmisión los próximos seis años, la NBA podrá mostrarles con números que no se equivocaron y menos si en el campo se encuentra una súper estrella como James que volvió a ejercer su condición de líder y héroe salvador.
EFE
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