Ned Yost busca desesperadamente una careta antigua para Salvador Pérez, aquellos como los que usaba Baudilio Díaz, en su época.
El estratega de los Reales de Kansas City, quien defendió el plato por seis años con los Cerveceros de Milwaukee en los ochenta, quiere proteger a su principal receptor de posibles conmociones cerebrales en caso de que una pelota de foul le golpee el rostro.
El valenciano está usando los mismos protectores que utilizan los jugadores de hockey.
“Esas máscaras son 50% más livianas a las que nosotros teníamos y nunca se doblaban”, reflexionó el piloto ante el reportero de MLB.com. “Hemos invertido mucho tiempo en encontrarle una máscara fuerte pero no las hacen más. Todos están fabricando esas caretas de titanio pero queremos experimentar con las antiguas, las que eran de hierro, como las que usábamos cuando jugábamos. Tenías que recibir un buen golpe para que se doblaran. Te quedan marcas donde te pega la pelota aunque nosotros no teníamos todas estas conmociones que hoy en día se observan.”.
Tan cotidianas se han convertido esas lesiones en los últimos años que la Major League Baseball estrenó, hace un par de zafras, la lista de incapacitados por siete días solo para atender estos casos.
Pérez es uno de los que ha estado en ese departamento y, de hecho, en la temporada pasada se vio involucrado en dos jugadas de esas.
“Miras las estrellas”, resumió Yost sobre lo que experimenta un catcher al recibir un golpe en la cabeza. “Yo nunca me mareé, nunca me enfermé y jamás tuve dolor de cabeza cuando fui golpeado por un foul. Nunca sufrí una conmoción cerebral”.
Por Marcos Grunfeld
Foto: Zimbio.com
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