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Las claves de Costa Rica: excelencia defensiva y espíritu

 “No somos una potencia, trabajamos con lo que tenemos y nos vamos invictos del Mundial”. Jorge Luis Pinto resumió así el sentimiento de orgullo de su selección, Costa Rica, por la que nadie daba nada antes del Mundial, pero que se coló en los cuartos apoyada en la excelencia defensiva y espíritu de grupo.

Los Ticos cayeron el sábado en la tanda de penaltis después de aguantar 120 minutos el chaparrón de la selección de Holanda, que forzó siete paradas al sensacional meta Keylor Navas y estrelló tres remates en los palos. Fue un conmovedor ejercicio defensivo el visto en la ciudad de Salvador frente a algunos de los mejores atacantes del planeta.

Los desconocidos Michael Umaña (Deportivo Saprissa de Costa Rica), Giancarlo González (Columbus Crew de Estados Unidos) y Johnny Acosta (Alajuelense de Costa Rica) frente a los afamados Arjen Robben y Robin Van Persie. Ese trío defensivo encarnó lo mejor de los costarricenses: concentración y solidaridad elevadas a la máxima potencia.

Solo la jugada de maestro ajedrecista de Louis Van Gaal, que cambió de arquero en la prórroga para ponerlo en la tanda de penaltis, negó la gloria de las semifinales. Pero el reconocimiento mundial ya nadie lo discute.

Llegó a Brasil como la selección 23 en el ránking FIFA y se va entre las ocho mejores después de acabar primera en el grupo de los campeones mundiales, el D, el más prestigioso que había (triunfos a Uruguay e Italia y empate ante Inglaterra) y ganar en octavos a la campeona europea Grecia (2004), frente a la que aguantó una hora con diez hasta la decisión de los penaltis.

En sus otras tres participaciones anteriores (1990, 2002 y 2006), los Ticos tenían su techo en los octavos de Italia’90. La clave de los cuartos de Brasil 2014 hay que buscarla en el colectivo.

Cuando la calidad de los medios Bryan Ruiz (PSV) y Christian Bolaños (Copenhague) y del delantero Joel Campbell (Olympiacos) empezó a brillar con menos frecuencia -seguramente fruto del cansancio-, la organización táctica y el talento de Keylor salieron a relucir. Así sucedió ante Grecia y frente a la artillería holandesa.

Una línea de cinco defensas, entre ellos dos laterales de largo alcance, y dos medios defensivos (Celso Borges y Yeltsin Tejeda) crearon una tupida red difícil agujerear. Un ejemplo de sincronización: a los holandeses les hicieron caer en más de diez fueras de juego.

Y cuando se abría algún hueco, el portento Keylor Navas estaba como última barrera. El meta del Levante, seguramente el mejor del Mundial, sumó en los últimos dos encuentros hasta diez excepcionales paradas.

“Tenemos un arquero espectacular y un grupo de trabajo que cumple muy bien”, recordó el domingo el colombiano Pinto, un admirador de la cultura táctica alemana quien supo sobreponerse a las relevantes bajas que afrontó.

El delantero Álvaro Saborío, del Salt Lake, y, sobre todo, el lateral izquierdo del Everton inglés Bryan Oviedo, ambos lesionados antes del campeonato, eran piezas muy importantes. También el lateral derecho Heiner Mora se perdió el torneo por un problema físico.

Para el partido ante Holanda, Pinto, de 61 años, tuvo que usar a Acosta, el segundo central suplente por la sanción del central nacido en Nicaragua Óscar Duarte y la lesión de Roy Miller.

En los momentos críticos, cuando no llegaba el físico, ni la táctica, ni el talento individual, lo hacía la cabeza. Un sociólogo, no un psicólogo, ha trabajo con ahínco la vertiente psicológica de los futbolistas a los que inculcó el nosotros antes que el yo.

“Aquí no hay egos. Existe el escudo que está en el corazón y no el nombre que está en la espalda”, declaró en un entrevista a EFE el sociólogo de la Sele Jaime Perozzo.

De los 23 convocados a Brasil, casi la mitad juega en Costa Rica, un pequeño país centroamericano de unos 4,5 millones de habitantes cuyos clubes no acostumbran a ofrecer más de 3.000 dólares al mes.

El escaparate del Mundial proporcionará a muchos de ellos buenos contratos en Ligas de más visibilidad. Exceptuando Campbell, que estuvo cedido al Olympiacos, pero es propiedad del Arsenal, ninguno tiene ficha en clubes del máximo nivel en Europa.

EFE
Lavinotinto.com 

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