La Copa de África cerró su primera fase con los principales candidatos clasificados y unos cuantos detalles de los grandes nombres del campeonato como Mo Salah, Sadio Mané o Riyad Mahrez que han servido para maquillar la poca calidad hasta el momento del torneo.
La anfitriona Egipto y las norteafricanas Argelia y Marruecos fueron las únicas selecciones que completaron la fase de grupos de la Copa de África con un pleno de victorias, la portería a 0 y una campaña impoluta en una ronda clasificatoria que ha carecido de buen fútbol.
Egipto se coronó como líder del grupo A y anticipó su clasificación para octavos de final en la segunda jornada de la fase tras batir a la bicampeona africana República Democrática de Congo 2-0 con un glorioso partido de la estrella del Liverpool Mohamed Salah, que aportó el gol y la asistencia.
La clasificación del grupo A la completan la también clasificada Uganda, un equipo muy físico pero con pocas ideas; R.D. Congo, a priori la favorita de grupo con Egipto, pero que acabó demostrando un juego muy precario; y Zimbabwe, que solo consiguió arañar un punto a los ugandeses antes de despedirse de la competición.
Sin duda, Madagascar dio la mayor sorpresa del torneo al pasar primera e invicta en el grupo B por delante de Nigeria, aunque futbolísticamente no ofreció gran cosa.
La Nigeria del extremo Alex Iwobi no estuvo a buen y se tuvo que conformar con pasar a octavos como segunda del grupo B, completado por Guinea, que pasa entre los mejores terceros, y la debutante Burundi.
Argelia, comandada por el extremo Riyad Mahrez, fue la más goleadora de la primera fase del torneo y pasó a octavos como primera del grupo C junto al Senegal de Sadio Mané.
La estrella senegalesa se perdió el primer partido por sanción y fue autor de dos de los tres goles ante Kenia 3-0 en un partido en el que falló un penal.
Los combinados eliminados del grupo C, Kenia y Tanzania, firmaron una campaña para el olvido y fueron los equipos que recibieron más goles (7 y 8, respectivamente) en la fase clasificatoria.
El grupo D se presentó a priori como el “grupo de la muerte”, pero con un fútbol de posesión y un poco de fortuna, Marruecos logró ganar todos sus partidos, aunque por la mínima.
Costa de Marfil, uno de los equipos con jugadores más veloces del torneo, accede a octavos junto a los norteafricanos, mientras que una débil Sudáfrica solo pudo vencer a Namibia, que consiguió marcar su único tanto en el último partido con goleada marfileña 4-1.
Túnez se presentaba como la favorita del grupo E con jugadores como Anice Badri o Khazri y se acabó clasificando por los pelos con tres puntos y ni una sola victoria.
Mali se alzó como primera de este grupo E goleando 4-1 a la debutante Mauritania, que se va a casa junto a Angola.
El grupo F parecía asequible para la vigente campeona Camerún, pero el equipo, empezando por sus figuras Choupo-Moting y Toko Ekambi, ofreció una imagen muy lejana de la que se esperaba.
Tanto los cameruneses como los ghaneses solo obtuvieron una victoria y empataron en otras dos ocasiones, mientras que Benín logró un triplete de empates gracias a una estrategia extremadamente defensiva y Guinea Bissau hizo las maletas sin anotar ni un solo gol.
EFE
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