El Numancia sufrió la primera derrota de la temporada en Los Pajaritos al perder con el Alcorcón por 0-1, en un partido malo de los dos equipos y que ganó el que mejor supo adaptarse al juego brusco, cicatero e insaboro de esta categoría.
La primera parte resultó tremendamente áspera. Ninguno de los dos equipos dio concesiones al rival y los marcajes eran tan férreos y la presión tan intensa que apenas nadie consiguió tirar dos paredes seguidas, ni combinar entre líneas.
A balón parado llegó la mayor tensión, tanto para Herrerín como Manu Fernández. El meta del Alcorcón no pudo blocar un libre directo botado por Julio Álvarez y el rechace lo recogió Del Pino para enviar el balón a las mallas. El gol no subió al marcador ya que el asistente observó fuera de juego en la acción del numantino.
A base de interrupciones, de protestas y demás situaciones se llegó al descanso en Los Pajaritos.
En la reanudación no cambió el guión. Para suerte del Alcorcón, una buena acción individual de Oriol Riera (min. 69) en el área numantino permitió al equipo madrileño abrir el marcador y conseguir lo que parecía definitivo si algún equipo era capaz de perforar la portería rival.
El Numancia, con el marcador en contra, no hizo más que acrecentar su nerviosismo sobre el césped. Maniatado por la presión y el reloj en su contra, sólo un cabezazo de Regalón tras una falta botada por Julio Álvarez pudo acabar en gol para el Numancia, apesadumbrado en su juego desde la lesión de Bedoya.
Prensa CD Numancia
Foto: Gimnàstic de Tarragona/Archivo
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