Con la vestimenta tradicional bávara, pantalón corto de cuero y tocado con un sombrero, Josep Guardiola y el plantel del Bayern Múnich festejaron este domingo el liderato de la Bundesliga en la clausura de la Oktoberfest, fiesta de la cerveza.
«Debo reconocer que el sombrero le queda de maravillas«, dijo el director deportivo del club, Matthias Sammer, al ver a Pep llegar en compañía del presidente Uli Hoeness y el patrón Karl-Heinz Rummenigge, al día siguiente del empate 1-1 ante el Bayer en Leverkusen.
El arquero, Manuel Neuer, fue el primero en llegar al festejo, seguido poco después por Bastian Schweinsteiger y el francés Franck Ribéry, junto a su mujer e hijos. Mario Mandzukic, engripado, fue uno de los pocos ausentes, al igual que Holger Badstuber, operado por cuarta vez esta semana.
«Es agradable llegar aquí como líderes, después de haber sacado un buen resultado en la Liga de Campeones«, comentó Schweinsteiger a la cadena de televisión del club, lamentando no haber anotado el gol que les diera los tres puntos.
El Rekordmeister fue mejor que su anfitrión en Leverkusen, pero tuvo que contentarse con un gol de Toni Kroos que le dio el punto de ventaja sobre el Borussia Dortmund, que cayó 2-0 ante el de Moenchengladbach.
«Después de la fabulosa temporada anterior hemos estado excelentes hasta ahora. Debemos seguir en esta vía, pero hoy nos podemos relajar«, dijo Sammer, a quien sus jefes le reprocharon hace un mes atrás «la falta de pasión» de los jugadores.
Nota: AFP
Foto: AFP/Alexander Hassenstein
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