El Granada, al igual que los otros dos recién descendidos, el Osasuna y el Sporting Gijón, comenzó a comprobar los rigores de la categoría, tras ser incapaz de pasar en su estreno del empate 0-0 ante el Albacete, en una jornada en la que el Rayo sumó una victoria de prestigio, al imponerse por 2-3 en su visita al campo del Oviedo.
El renovadísimo Granada, dirigido por José Luis Oltra, careció de la falta de pegada para aprovechar alguna de las múltiples ocasiones de las que dispuso para anotar ante el Albacete, otro recién llegado a la categoría, en este caso procedente de la Segunda B.
Pero ni el camerunés Pierre Kunde, ni el venezolano Darwin Machís, ni Joselu, que dispuso en el tiempo de prolongación de una clara ocasión, fueron capaces de marcar para un Granada, que el igual que el Osasuna y el Sporting Gijón, los otros dos equipos procedentes de primera división, no pudo pasar el empate en su retorno a la categoría.
Una liga en la que el Rayo Vallecano demostró que no esta dispuesto a padecer los mismos sufrimientos que el curso pasado, tras vencer por 2-3 en su visita al campo del Oviedo, otros de los teóricos aspirantes al ascenso.
“Tengo confianza en que seremos protagonistas esta liga”, señaló el técnico rayista Miguel Ángel Sánchez “Míchel” en la previa del encuentro.
Un vaticinio que el conjunto madrileño cumplió, y con creces, tras imponerse en su visita al Carlos Tartiere, en un encuentro en el que los madrileños no acusaron la falta de efectivos con la que afrontaron la primera jornada.
El Rayo viajo a Oviedo con tan sólo quince jugadores de la primera plantilla, lo que obligó a Míchel a recurrir al filial para completar la convocatoria.
Un problema que no mermó la efectividad del equipo rayista, que no penalizó los errores defensivos, para situarse a los 59 minutos con un claro 1-3, en un choque en el que los locales se adelantaron en el marcador con un gol a los 11 minutos de Saúl Berjón.
El mediocampista “carbayón” fue el encargado de devolver la esperanza a los locales al firmar a los 73 minutos el segundo. Un gol que dio paso a un continuo asedio de los hombres de Juan Antonio Anquela.
Pero el larguero en un remate a los 76 minutos de Miguel Linares y el colegiado, que tras señalar primero penalti a favor del Oviedo, posteriormente anuló su decisión por un supuesto fuera de juego, condenaron a la derrota al equipo asturiano.
Derrota que tampoco pudo evitar el Gimnàstic de Tarragona, que por octava temporada consecutiva saldó su estreno liguero sin conocer la victoria, tras caer por 0-1 ante el Almería.
Un gol del delantero argentino Pablo Caballero, uno de los nuevos refuerzos del conjunto andaluz, a la media hora de juego bastó al Almería para llevarse los tres puntos, en un partido en el que el Nàstic pudo lograr el empate en el tiempo de prolongación en un remate de Maikel Mesa que se estrelló en el poste.
EFE
Foto: Granadacf.es
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