El suizo Roger Federer se reinventó de nuevo y aumentó su leyenda al ganar por primera vez el Masters 1000 de Shanghai al batir este domingo en la final al francés Gilles Simon por 7-6 (6) y 7-6 (2).
A sus 33 años y con cuatro hijos, Federer sumó el cuarto título esta temporada (Cincinnatti, Halle y Dubai) con lo que ya lleva 81 ganados (17 Grand Slams y 23 Masters 1000). Al éxito en la capital económica de China se suma su regreso al puesto número dos del mundo este lunes.
Después del estadounidense Andre Agassi en 2003, nadie con esa edad había ocupado el segundo puesto de la lista mundial.
Cinco bolas de partido tuvo que salvar Federer contra el argentino Leonardo Mayer en su debut el miércoles. “Una semana de ensueño para mi. Tuve mucha suerte de salvar cinco bolas de partido en mi primer partido y acabar ganando”, recordó hoy después de besar el trofeo de campeón.
Simon opuso una gran resistencia en el séptimo enfrentamiento entre ambos, y en su segunda final de un Masters 1000 siempre fue por delante en ambos sets, pero no supo materializar esta constancia en ambos desempates.
Especialmente duro fue el segundo, donde el francés tras resbalar en su despegue ante una fallida dejada de Federer, cayó de forma aparatosa. Ante el susto de los 15.0000 aficionados que llenaban la pista central, Gilles se levantó, comprobó que no se había hecho daño y logró sobreponerse para lograr además dos posibilidades de set en el duodécimo juego con saque del suizo.
Pero fue entonces cuando Federer apretó mucho más con restos a las esquinas para anularlas y lograr el segundo desempate de la tarde. En este juego, el de Basilea mantuvo todavía más sus acercamientos a la red para adelantarse desde el 2-2 y ganar cinco puntos consecutivos y hacerse con el título en una hora y 53 minutos.
El encuentro se disputó con las ocho hojas del techo cerradas debido a una alerta de fuertes vientos que favoreció el mejor servicio del suizo, que anotó cuatro saques directos.
Federer, que había ganado en Shanghai dos Copas Masters (2006 y 2007), se mostró feliz por el nuevo trofeo. “Wo feichang gaoxing” (estoy muy contento) le hicieron decir en chino sobre la pista en la ceremonia de entrega de trofeos donde el suizo recibió un cheque por 798,540 dólares y Simon otro por 391,540.
EFE
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