El Estadio Imtech Arena, coso del Hamburgo SV, tiene en su interior un reloj digital, objeto de uso frecuente en el día a día, pero que para el club dinosaurio tiene un significado especial, pues refleja el tiempo transcurrido desde su primera campaña en la Bundesliga hasta la actualidad, sin embargo, el ‘tic-tac’ podría detenerse el próximo 10 de mayo si no logra hacerse con la victoria en casa del Mainz 05.
A falta de tres jornadas por disputar, el Hamburgo ocupa la décimo sexta plaza de la clasificación con 27 unidades, uno más que los sumados por el Núremberg, que, de momento, no escapa del descenso, por lo que no agotar los últimos recursos en este punto determinante de la zafra, podría condenar al conjunto azul directamente a un precipicio llamado: Segunda División, categoría desconocida, ya que siempre ha militado en la Bundesliga desde su fundación en 1963.
Ese punto que lo distancia del penúltimo, es de oro, porque lo mantiene en la lucha por la permanencia en una campaña arropada principalmente por vicisitudes, en la que bajo la dirección de dos mentalidades opuestas (Bert Van Marwijk y Mirko Slomka), el HSV ha perdido mucho y ha ganado poco.
Es irrebatible que la plantilla ha lucido incómoda. La falta de entendimiento con el entrenador, así como la carencia en la definición, la escasa solvencia mostrada en la zaga defensiva y la ausencia de esa ‘chispa’ de suerte, se aliaron para atribuir una de las temporadas más flojas en la historia a uno de los clubes más laureados y populares de Alemania.
A partir de ahora, el Hamburgo deberá lidiar con un difícil calendario que lo pondrá a sudar frío, tal como en la 2011-2012, cuando peleó por la salvación, que finalmente consiguió a última hora de manera apresurada.
Este fin de semana visitará al Ausburgo, rival que se ha impuesto por la mínima en los dos últimos choques; seguidamente recibirá al campeón vigente, el Bayern Múnich, que con triplete en par de ocasiones superó a la novena de los ‘pantalones rojos’. Por último, viajará a Maguncia para jugar contra el Mainz 05, séptimo en la tabla, y al que ganó 1-2 en su último desplazamiento.
No obstante, el registro como equipo visitante es aflictivo, ya que tan solo ha cosechado 2 victorias de 7 y ha perdido 10 de 18 partidos, lo que hace aun más complejo mantenerse en Primera División, cuando el nivel de fútbol del contrario ha sido superior al propuesto por el Hamburgo en la presente campaña.
Los números como local son más alentadores. Apoyados por la afición, la escuadra azul ha recibido 30 goles de 65, 1,8 por partido frente a los 2,33 que le encajan en carretera, cifras consoladoras de cara al encuentro que asumirán frente a los dirigidos por el español Pep Guardiola en la jornada 33, aunque poco concluyentes, teniendo en cuenta la jerarquía del rival, que, pese a haberse hecho con el título, buscará sumar de a tres para disipar los cuestionamientos generados en las últimas semanas, además de la crisis en la que está sumergido el equipo del criollo Tomás Rincón.
Precisamente, el venezolano podría ser una de las bajas para el venidero año. Desde su arribo a Hamburgo en 2008, Rincón ha visto acción en 6657 minutos, formando parte del once inicial en 73 oportunidades, siendo la 2013-2014, la tercera campaña más flácida en su carrera como profesional.
Probablemente el bajo rendimiento ha sido consecuencia de dos graves lesiones. Una, la sufrida en su tibia izquierda en julio de 2012, y la segunda, una doble fractura de mandíbula en septiembre pasado. Ambas, le han impedido retomar la titularidad, por lo que cambiar de aires para probar suerte en otras ligas como la Premier de Inglaterra, ha supuesto ser una alternativa bastante viable, especialmente tras conocerse su negativa a la oferta de renovación propuesta por el club, puesto que considera que su «valor en el mercado es otro», al menos así declaró al diario focus.de en noviembre de 2013.
Sin embargo, el representante del tachirense, John Sorzano, afirmó en enero para lavinotinto.com que más bien se trata «de que Tomás ha logrado lo que pudo con el Hamburgo y tiene que probar una liga un poquito más competitiva”.
Su fichaje por un nuevo club o la extensión del contrato laboral con el Hamburgo, en caso de no contar con un ofrecimiento que supere sus expectativas, será noticia en junio de este año cuando finalmente revele su siguiente paso a dar, mientras tanto, le corresponde cumplir obligaciones con su actual club a fin de alcanzar la permanencia y no detener el reloj que ha supuesto 50 años, 240 días, 20 horas, 22 minutos y 11 segundos en el máximo escalafón del fútbol alemán al cierre de esta publicación.
Por: Caro Mejías
Lavinotinto.com