La recuperación de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale para un partido que marca la temporada del Real Madrid, la vuelta de semifinales en Múnich ante el Bayern, presentaba un dilema que resolverá Carlo Ancelotti pidiendo una mayor implicación defensiva al extremo galés para mantener el 4-4-2 del éxito.
El movimiento táctico de Ancelotti fue la clave de la conquista del título en Valencia ante el Barcelona. La Copa del Rey caía de lado madridista con una sorpresa táctica del italiano. Descartó el 4-3-3 que por un momento pareció irrenunciable por la lesión muscular de Cristiano.
La ausencia del portugués invitó a Ancelotti a defender con cuatro en el centro del campo, para dinamitar la sala de máquinas del Barça, y concedió libertad a Bale como segunda punta. Disfrutando de ella llegó el tanto que le convirtió en el héroe de la final bajo un sistema que anula espacios en defensa y permite salir con rapidez al contragolpe. Factores que se perfilan decisivos en la batalla que espera en Múnich.
Ancelotti pide a sus jugadores una colocación defensiva con dos líneas de cuatro que se modifica en fase de ataque, con dos extremos abiertos y un delantero centro nato. La gripe que derivó en virus intestinal de Bale, impidió que en el primer ’round’ en el Santiago Bernabéu ante el todopoderoso Bayern, coincidiese con Cristiano en el nuevo dibujo táctico. En esta ocasión fue el portugués el que pasó a disfrutar de libertad en el campo.
El anterior sistema tomó forma para juntar a, posiblemente, los dos mejores extremos del mundo. Hasta ’empujó’ a Di María a una nueva ubicación en el centro del campo, donde su implicación le condujo al éxito. El argentino regresa ahora a su demarcación preferida, en banda derecha jugando a pie cambiado, y lo que parecía un problema para Ancelotti, encajar las piezas en un nuevo sistema, el técnico madridista lo resuelve con su tranquilidad habitual.
Nunca han jugado bajo ese sistema juntas sus dos estrellas. Asume el riesgo. Pero tiene decidido que en el Allianz Arena el damnificado sea Isco Alarcón y hacer hueco a Bale en su banda natural, la izquierda, haciéndole ver la importancia de que esté totalmente implicado en defensa y en ayudas al lateral de su banda, que será el portugués Fabio Coentrao. Luego deberá tener fortaleza física para lanzar ataques como extremo.
Por eso ante Osasuna no fue ni convocado. Ya estaba recuperado de la gripe que le dejó débil y se entrenó a tope para llegar en el mejor momento físico a la cita. Su nueva labor en el Real Madrid no será nueva en su carrera. El salto a la fama en el Tottenham lo dio como lateral, con claro espíritu ofensivo pero desenvolviéndose bien en defensa. Tendrá que recuperar esa faceta y sacrificarse. O el conjunto madridista defiende en bloque o sufrirá.
“El trabajo defensivo es de sacrificio y lo pueden hacer todos los jugadores”, admite Ancelotti. “Podemos jugar con cuatro medios y que Cristiano, Bale y Benzema estén juntos. El objetivo es marcar, no defender”. Es el mensaje que lanza el técnico italiano para un partido donde es consciente que le espera una encerrona y un Bayern volcado para remontar el 1-0 de la ida. El dilema táctico ya tiene solución. Del resultado lloverán elogios o arreciarán las críticas. Las miradas en el enésimo intento de asalto a la ‘Décima’ se dirigen al entrenador.
EFE
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