Fernando Amorebieta Mardaras nació en Cantaura (29-03-1985) y con apenas dos años salió rumbo a las tierras vascas, lugar de donde son sus padres. Hizo todas las categorías menores con el Athletic Club de Bilbao, uno de los históricos de España y a la par fue creciendo con la selección de España con la que ganó un campeonato Europeo Sub 19 en 2004.
En 2008 recibió el llamado por el seleccionador ibérico, Vicente Del Bosque, para un partido amistoso ante Dinamarca. El central no vio acción y tampoco volvería a ser convocado.
Entretanto, ese mismo año César Farías, en su primer año al mando de la selección nacional, hizo su primer contacto con el jugador vasco-venezolano en un partido de liga española, que enfrentaba a los Leones con el Mallorca de Juan Arango, para ese momento.
El jugador mostró interés por vestir la camiseta Vinotinto. Sin embargo, las intenciones se vieron frustradas, porque él tenía que haber solicitado el cambio de selección antes de cumplir 21 años. La derogación de la norma FIFA en 2009 abrió una nueva ventana en las aspiraciones del seleccionador. Después de varios ‘tira y encoge’, aunado a la negativa de Caparrós, técnico del Athletic, que luego fue sustituido por Bielsa, se postergó la vinculación del defensor con la Vinotinto para agosto de 2011.
Ese mismo año, la convocatoria del partido amistoso entre Venezuela y Argentina, para disputarse en Calcuta el 2 de septiembre, llevó por primera vez el nombre del central zurdo de los Leones. En su debut dejó su estampa marcada y, además, la postal del partido.
Más allá del resultado (1-0 en contra) los venezolanos recordarán el partido de La India por una jugada dentro del área en la que Amorebieta hizo un corte de balón, que requirió una barrida y llevó a Lionel Messi directo a la valla a un lado de la portería.
Mientras, el diminuto genio trataba de ponerse de pie, el central que lucía como un gigante (1.92 mts.) frente al argentino, le dirigió una mirada que si pudiera leerse diría: ‘Aquí no te metas o te la verás conmigo’.
Ese lance, por cotidiano que parezca fue como un clic con todos los fanáticos y seguidores de la Vinotinto. Sin saberlo, sería, también, un abre bocas de lo que vendría más de un mes después en Puerto La Cruz ante la misma Albiceleste.
Farías tomó la decisión de arrancar las eliminatorias para el Mundial de Brasil con dos selecciones distintas. Una iría a Ecuador para enfrentar la primera fecha en la altura de Quito. Mientras, la otra estaría en Maturín concentrada para preparar el trascendental compromiso. Jamás Venezuela había podido lograr siquiera un empate frente a los argentinos en 18 oportunidades.
El 11 de octubre de 2011 ante una afición llena de orgullo, por el cuarto lugar conseguido en la reciente Copa América de Argentina, colmó los asientos del José Antonio Anzoátegui. Una marea vinotinto arropaba a la selección que debía procurar detener al trío Messi-Di María-Higuaín: una tarea complicada.
Pero, la estrategia se cumplía como si la estuvieran dibujando en un pizarrón. Por supuesto, con las dificultades que conlleva pasar del acrílico al engramado y más aún cuando semejantes jugadores intentan borrar la líneas que se trazan.
Finalmente, algo que se había practicado hasta el cansancio días previos al enfrentamiento: el balón parado, llegó cerca de la hora de partido. Las torres de la defensa (Amorebieta y Vizcarrondo) eran la principal amenaza en el área de Mariano Andújar. Del pie habilidoso de Arango salió un córner que, luego, Amorebieta logró impactar ante una férrea marca. La conexión fue al fondo de las redes, su carrera fue interrumpida por los eufóricos compañeros, el estadio tembló con los brincos y las gargantas se secaron gritando Goooooool!
Como un presente de enamorados cayó ese tanto de Amorebieta, en la misma tierra que lo había visto nacer, y se metió a todo el país en el bolsillo.
Los niños no querían saber de Messi: había nacido un nuevo héroe y con camiseta de color vinotinto. El 11 de octubre de 2012 se celebra un año del histórico triunfo que dejó un largo nombre grabado en la memoria de los venezolanos: Fernando Amorebieta, quien debutó de manera oficial con la Vinotinto ese día.
maineventproducciones.com
Foto: Carlo Dragone / Archivo
LaVinotinto.com