En la convocatoria del conjunto dirigido por Manuel Plasencia para enfrentar ayer, miércoles 28 de marzo, al Atlético El Vigía retumbaron tres nombres: Juan Pablo Villarroel, Michael Covea y Jhonder Cádiz. Los dos primeros regresando al once titular después de estar alejados por un año en el caso de Villarroel y por unos cuantos partidos para Covea. Mientras que para Jhonder Cádiz, ese debut con el dorsal número 16 en su espalda también hablaba de sus 16 años, 7 meses y 30 días para ver sus primeros minutos en cancha con el Deportivo Petare.
Al partido entre Deportivo Petare y Atlético El Vigía le faltaron goles, pero la emoción que sintieron estos tres baluartes del conjunto parroquial se sintió desde el momento de la convocatoria hasta el momento en el que posaron para la foto del once titular, sonó el pitazo inicial y hasta que salieron de la cancha para ser sustituidos.
“Cuando escuché mi nombre, entré a la cancha de nuevo y volví a jugar, sentí una emoción que no puedo describir. Ahora espero mantener el nivel para tomar la regularidad en el equipo, sólo nos faltó ganar para que la felicidad fuese perfecta”, comentó el lateral Juan Pablo Villarroel.
Mientras que Michael Covea, uno de los juveniles con más minutos en el equipo sumando Apertura y Clausura de esta temporada 2011/2012, dejó escapar esa risa cómplice al ser interrogado sobre lo que siente el día después de su regreso a los titulares cuando ya la adrenalina casi ha desaparecido: “Emoción, agradecimiento y felicidad. Ayer regresó Villa, debutó Jhonder y siento que jugamos bien, fueron muchas cosas al mismo tiempo. Espero seguir sumando minutos para aportarle al equipo todo lo que pueda. Son un grupo que siempre te transmite confianza, respeto y te apoya, eso nos hace una familia”, afirmó quien viste la camisa número 29 del Deportivo Petare.
Junto a Covea había otro juvenil en cancha. Su look de debutante fue cortesía de Ricardo Andreutti. Con una “cresta”, el número 16 y la responsabilidad de reforzar la delantera, Jhonder Cádiz se uniformó por primera vez con la plantilla profesional, sin contar que llevósu propia barra: “Antes de comenzar el partido le recé a Dios. Tenía muchas ganas de marcar por mi familia que estaba allí apoyándome y por mi papá, para regalarle esa alegría en su cumpleaños. Estoy agradecido con los profes, con el equipo y con los consejos que me dieron ayer. Es una experiencia que no puedo describir en palabras”, soltó Jhonder Cádiz.
“Ese día después” tuvo tres percepciones y significados distintos, pero en algo coincidieron los tres: el abrazo al finalizar el partido ante Atlético El Vigía. Michael Covea fue el primero en salir del camerino, luego le siguió Jhonder Cádiz y por último, Juan Pablo Villarroel. No hay mucho tiempo para el descanso y la pausa, ya el domingo viene el partido ante Yaracuyanos FC y la meta es que sigan sintiendo esa misma emoción del día después.
Prensa Deportivo Petare
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