El técnico de la selección brasileña, Carlos Caetano Bledorn Verri, “Dunga”, dijo que son los jugadores los que se tienen que adaptar a la Canarinha y no al revés.
“Los jugadores de la selección se tienen que adaptar a quien llega, y el jugador también se tiene que adaptar, no jugar como cuando está en su club en la Champions”, insistió el entrenador, en la rueda de prensa previa al amistoso que disputará este miércoles Brasil contra Turquía.
“Si somos un colectivo fuerte, la individualidad va a sobresalir”, agregó Dunga, que descartó la idea de que algunas estrellas tienen una especie de derecho innato para vestir la camiseta amarilla de Brasil.
“Tenemos a 23 jugadores aquí, todos pueden jugar, ninguno viene garantizado, y hay competencia interna”, recordó.
Respondió así a las preguntas de por qué no están convocados jugadores como Diego Ribas o Felipe Melo, que juegan en los clubes turcos Fenerbahçe y Galatasaray, respectivamente, y cuentan con un enorme aprecio entre el público turco.
“Diego ya estuvo antes en un Mundial y en las Olimpíadas”, recordó Dunga, mientras que respecto a Melo se limitó a indicar: “Es imposible comentar algo respecto a todos los brasileños que no están en la Selección. Nunca acabaríamos. Sólo podemos hablar de los que sí están”, reiteró.
El trabajo del seleccionador consiste en mantener a su equipo bajo un escrutinio constante, opinó Dunga.
“Miras cuántos jugadores de calidad tienes en la selección y cuántos hay fuera que son de calidad y podrían estar. Se analiza a un jugador de punta a punta, y luego hay que tomar una decisión”, describió.
“Hay mucha competición y cada uno busca su espacio”, puntualizó Dunga, que inició su segunda etapa como entrenador nacional de Brasil tras la decepción del Mundial.
El que fuera capitán de la selección brasileña campeona mundial en Estados Unidos 1994 se mostró confiado con el desarrollo de su proyecto.
“Estamos en el buen camino; pese a tener poco recorrido, todo se facilita por la inteligencia de los jugadores, aunque estaríamos mejor si hubiéramos tenido más tiempo para entrenar, pero estoy contento con los jugadores”, concluyó.
Recordó los “partidos difíciles” que enfrentaron a Turquía y Brasil – con victoria del país sudamericano – en el Mundial de 2002 y opinó que también ahora, “ambos equipos tienen jugadores excelentes”.
Dunga matizó la opinión difundida de que suele hacer primar el juego defensivo sobre el estilo de ataque tradicional en Brasil.
“Cuando no se tiene la pelota, todo el mundo tiene que participar en la defensa, y cuando se tiene, todo el mundo tiene que atacar, hay que mantener un equilibrio entre las dos cosas”, sentenció.
Admitió que la reciente victoria sobre Argentina en un amistoso “fue muy sentida, siendo Argentina subcampeona del mundo, y vista la rivalidad sudamericana”.
“No se puede escribir el pasado, queda atrás. Siempre hay que pensar en el futuro, en jugar bien” recordó en alusión a la derrota de Brasil en el Mundial 2014.
De todas formas, “una selección que es cinco veces campeona del mundo atrae mucho, muchos jugadores juegan en todo el mundo, en Europa… Así, Brasil tiene un gran prestigio, y continuará teniéndolo, independientemente de que tenga resultados o no”, agregó.
Dunga dedicó unas palabras al centrocampista brasileño Alex de Sousa, que tiene una estatua cerca del estadio del Fenerbahçe, el club en el que jugó entre 2004 y 2012.
“Es muy fuerte que se le tenga ese amor, pero si tienen una estatua de Alex es que la mereció porque hizo un buen trabajo. Y gracias a la calurosa acogida del pueblo turco, los brasileños se adaptan rápido a Turquía”, opinó el entrenador.
EFE
Lavinotinto.com