El jugador del Zamora, Darío Figueroa, habló de la situación que se presentó ayer en el partido entre el conjunto llanero y Mineros de Guayana, Luis Márquez, fue el encargado de dirigir el encuentro. Darío, rechazó la violencia e hizo un pequeño balance sobre el trabajo que realizó su equipo.
Sabían lo que se estaba jugando Mineros en este partido y sería un rival complicado, “sabíamos que sería un partido difícil y que Mineros llegaría con todo su arsenal, en vista de que quedan pocas fechas y ellos tenían la obligación de ganar para mantener las posibilidades de titularse”. Expresó.
En el análisis de los primeros 45 minutos. “Se dio un partido interesante y bonito en el primer tiempo, dos equipos que jugaron muy bien, en especial el Zamora, sufrimos con el gol de contragolpe que nos hicieron, luego el equipo fue en busca del empate jugando muy bien, fue un primer tiempo que nos alegró mucho el fútbol que hicimos”. Señaló Figueroa.
“En el segundo tiempo bajamos un poco la intensidad, fue un partido de ida y vuelta, Mineros llega al gol y luego llega la suspensión del partido y todo lo que conlleva a eso”. Puntualizó.
Sobre los hechos que se presentaron con el juez principal, el jugador zamorano comentó: “Sucedió algo imprevisto, cuando se da el gol de Mineros, anteriormente hay una falta que me hacen dentro del área, llegó el gol y fui en busca del capitán de mi equipo que estaba protestando para sacarlo porque lo habían amonestado, en ese momento aproveché para decirle al arbitro sobre las jugadas anteriores, no la jugada del gol de Mineros, ahí recibí la amonestación y recibí el insulto del árbitro”.
“El insulto del árbitro me sacó de lugar y fue algo que no quise dejar pasar porque soy una persona respetuosa con todos los árbitros. Entiendo que ellos son personas, que nos podemos equivocar y los jugadores muchas veces nos equivocamos pero lo que llevo jugando acá en Venezuela nunca me había pasado una cosa así, tengo muy buena relación con la mayoría de los árbitros, protesto como lo hacen todos los jugadores pero sin faltar el respeto y sin insultar a nadie porque se que una situación de esas podría perjudicarme a mi y al equipo”. Manifestó.
También habló de la agresión que sufrió el juez de línea. “Se que si eso lo hubiese hecho yo seguramente hubiese sido expulsado del juego y me hubiese acarreado una sanción muy grande. Por eso en ese momento reaccioné, fui en busca del delegado para dejarle saber que no iba a dejar pasar esa situación, luego vino la agresión con el juez de línea, recibió un golpe con una botella plástica con unos dos dedos de agua”.
“La suspensión del partido me llamó mucho la atención porque yo particularmente con dos compañeros más nos acercamos le preguntamos al juez de línea como estaba y nos dijo que estaba mareado pero estaba bien para continuar, no tenía ningún corte, nosotros pedimos que entraran a atenderlo, no vi ninguna seña del arbitro para que ingresaran a atenderlo, estaba más preocupado por ir a buscar la botella de agua y en querer suspender el partido porque en realidad, de repente que el arbitro se llevó al juez de línea y decidió suspender el partido”. Añadió.
Para finalizar hizo un llamado para detener los hechos de violencia. “No estoy de acuerdo bajo ningún punto de vista con la violencia, todos debemos colaborar para que esas cosas no sucedan, siempre he dicho que la violencia genera más violencia, también entiendo que hay cosas que llevan a cometer actos que después desatan todo este tipo de locuras, a veces somos los jugadores los que provocamos eso pero también hay otras decisiones como en este caso de los árbitros que llevan a una locura, cosa que no debe suceder y se debe cambiar para que el fútbol se viva como lo que es, una fiesta, han pasado cosas muy bonitas en este torneo, la asistencia en este torneo ha sido elevada y eso es muy bonito para el fútbol”.
Por: Jessica Araujo
Foto: Prensa Zamora FC.
