Luego de una inmejorable temporada en la que se proclamó campeón de la temporada 2014-2015, el técnico Daniel Farías tendría todo a su favor para continuar al frente del Deportivo Táchira, sin embargo, la extensión de su vínculo laboral es una decisión que examinará los próximos días en conjunto con la directiva aurinegra.
“Pareciera que está todo dado como para seguir”, dijo al espacio radial Balón en Juego, antes de acotar que: “Tomar decisiones bajo una carga no es lo más correcto, más allá de que existe de parte del club y mía, la intención de poder lograr la renovación. En los próximos días nos reuniremos”.
Farías aseguró que la gesta deportiva ha sido producto del objetivo propuesto por la directiva de “ser más fuerte, más importante como equipo”, lo que “nos dio la oportunidad de estar más tranquilos en cuanto al rendimiento”.
El empeño y respaldo económico para armar un equipo competitivo, que incluyó la incorporación de jugadores como César ‘Maestrico’ González, Jorge ‘Zurdo’ Rojas o el argentino Carlos Javier López, facilitaron el trabajo de Daniel, que se mostró complacido de dirigirlos: “Es una satisfacción tremenda, así que ha sido importantísimo tenerlos conmigo. Son personas respetuosas, dedicadas a su profesión y lo hacen muy sencillo”.
De cara a la próxima temporada y teniendo en cuenta salidas y llegadas, Farías no adelantó nombres propios, pero sí aseguró que “habrá algún movimiento”: “Es indudable que semestre a semestre habrá cambios. Seguro habrá algún movimiento, un porcentaje bajo pero lo normal”.
El empate 2-2 contra el “archienemigo” Caracas en el último partido que concedió el trofeo del Torneo Clausura, significó el primer eslabón para acceder al desafío más importante: la estrella; logro que fue posible pese a al extenuante calendario y el escaso tiempo para trabajarlo: “Después que ganamos en Caracas la recepción en San Cristóbal fue inigualable, pero había que pasar la página porque teníamos poco tiempo para preparar la final, además de la carga de los partidos. Ahora nos podemos relajar”.
El mandamás de 33 años afirmó que entendió que Táchira era el nuevo monarca una vez escuchó los tres pitazos finales del árbitro principal José Argote: “Ahí empecé a caer en cuenta porque el partido fue muy disputado, Trujillanos había hecho una gran final. Ver a mis compañeros corriendo, los jugadores, las lágrimas, la felicidad, y a mí lo que se me ocurrió fue correr a los palcos con mi familia”.
El estratega oriental, que ve a su hermano César, ex selecciónador nacional de fútbol como pieza “fundamental” en su “crecimiento como persona”, aseveró que ser cabecilla de uno de los equipos jerarcas del balompié nacional “amerita una responsabilidad enorme porque toca dirigir lo que es, probablemente, la pasión más grande de los tachirenses, y además, tienes que formar parte del crecimiento de la institución”.
Por: Caro Mejías
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