Previo al compromiso que enfrentó al Real Valladolid y el Alcorcón este fin de semana, Dani Hernández se presentó ante los medios de comunicación para realizar un balance de la actualidad del club violeta.
En la zona de prensa, aseguró que los últimos meses fueron una “montaña rusa”, debido, en buena parte, a la tendinitis sufrida entre el aductor y el pubis, lesión que lo alejó de las canchas alrededor de ocho semanas. Aun así, destacó que “he tratado de aislarme de todo y de centrarme en mi trabajo. He tratado de ser positivo, entrenar bien y disfrutar de cada día en el club con los compañeros”.
Posteriormente, debió batallar para recobrar la continuidad en el Asteras Tripolis y en su regresó al Pucela, luchar contra Javi Varas por la titularidad bajo los tres palos ha sido su primer obstáculo. “Tiene experiencia en Primera y un buen nivel. Tenemos una buena convivencia y tratamos de ayudarnos en todo momento. Cuanto más fuerte sea la competencia, mejor para el equipo”, expresó el portero Vinotinto.
A priori, Rubi, entrenador del club, declaró que iría a “muerte” con Hernández, pero este no da nada por sentado y se apega a la convicción del compromiso diario para ganarse un puesto en el once inicial. “El míster ha sido muy claro conmigo desde el primer momento. Al principio no me conocía, poco a poco me he ido ganando su confianza. Partimos todos con las mismas opciones, el que juegue será el que mejor esté para ayudar al equipo”, agregó.
El cancerbero criollo, que aseguró el buen ambiente que impregna al vestuario del Valladolid, ya suma 270 minutos en tres partidos.
Foto: realvalladolid.es
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