La selección de Costa Rica terminó invicta y como líder absoluta del hexagonal final de Concacaf para el Mundial al ganar los seis puntos tras las dos primeras jornadas, un rendimiento óptimo, pero que no debe llamar al triunfalismo.
El seleccionador Oscar Ramírez se ha convertido en el ingeniero de una máquina que luce bien aceitada, con un sistema que rinde sin importar los nombres, y que además da buen espectáculo.
La goleada por 4-0 sobre Estados Unidos de este martes ratificó el buen momento de Costa Rica, que ya se evidenció el pasado viernes al derrotar en Puerto España por 0-2 a Trinidad y Tobago.
El Mundial de Brasil 2014 le dejó a Costa Rica una generación de futbolistas madura, curtida en su mayoría en ligas europeas y sobre todo, con la confianza en la calidad de su fútbol.
Ramírez, un exjugador de la selección y ganador como entrenador de múltiples títulos locales con el Alajuelense, ha dado continuidad a la base del Mundial y poco a poco ha imprimido su toque propio, no sin antes llevarse duras lecciones.
En la Copa América pasada se equivocó en el planteamiento ante Estados Unidos en la fase de grupos y sufrió una goleada por 4-0.
La revancha llegó rápido y Estados Unidos no encajó más goles por tres intervenciones providenciales del guardameta Brad Guzan.
“Hay que tener humildad. Esto es apenas el comienzo del trabajo para buscar la clasificación y es bueno hacerlo de la forma que lo hemos hecho. Al grupo lo siento maduro en este aspecto, la tienen clara”, comentó Ramírez tras el partido.
Esta generación de Keylor Navas, Celso Borges, Christian Bolaños, Bryan Ruiz, Randall Azofeifa y Michael Umaña sabe lo que es quedarse fuera de un Mundial tras un arranque demoledor camino a Sudáfrica.
En el hexagonal de 2009 sumaba 12 puntos y todo parecía indicar que la clasificación era un trámite, pero en la segunda vuelta se vino a pique y finalizó cuarta. Perdió la repesca con Uruguay.
Los ticos no quieren que algo similar les vaya a suceder y para ello cuentan con la experiencia de sus jugadores.
Ruiz y Bolaños conducen al equipo apoyados en la confianza que brinda Keylor Navas en la portería y el buen nivel de Joel Campbell, Johan Venegas y Marco Ureña, que han alternado en el puesto de “9”.
La gran duda que existía era si la selección sentiría la ausencia por lesión de los centrales Giancarlo González y Oscar Duarte.
Sin embargo, Kendall Waston y los experimentados Michael Umaña y Johnny Acosta han respondido a las expectativas.
Celso Borges y Randall Azofeifa se han afirmado en la contención, y como alternativa está Yeltsin Tejeda. Las bandas están bien cubiertas por Ronald Matarrita o Bryan Oviedo en la izquierda, y Christian Gomboa o José Salvatierra en la derecha.
De momento todo es alegría dentro de la selección, que tiene claro que el camino es largo y que deberá prepararse de la mejor manera para el reinicio del hexagonal en marzo, cuando enfrentará a dos rivales directos: México y Honduras.
EFE
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