Mineros de Guayana enfrentó a Estudiantes de Mérida el pasado 28 de septiembre, en la fecha siete del Torneo Apertura del fútbol venezolano. El resultado fue 2-0 a favor del cuadro negriazul, pero no todo fue positivo para los guayaneses. En ese compromiso, el delantero Orlando Cordero salió lesionado tras un choque con un rival.
A partir de ese momento, Cordero se mantuvo en observación y, luego de unos días, se le detectó una meniscopatía grado dos en su rodilla derecha. Pero no fue solo eso. Tras varios exámenes, se conoció que el atacante negriazul debía ser operado por una ruptura del ligamento cruzado anterior y el rompimiento del menisco externo de su rodilla derecha, lo que lo alejaría de las canchas por seis meses aproximadamente.
Poco a poco
A principios de diciembre, Cordero empezó a trabajar apartado del grupo, pero bajo la supervisión de los integrantes del cuerpo médico minerista, quienes lo llevaron poco a poco en su proceso recuperativo.
“Gracias a Dios me estoy sintiendo mucho mejor. Tengo tres meses y medio de recuperación y he evolucionado de la mejor manera, con deseo de volver a la acción y hacer las cosas bien. A veces sufro por lo que está pasando en el equipo y quisiera estar adentro para aportar mi granito de arena”, dijo Cordero.
“A mediados de febrero empezaré a trotar, para complementar los trabajos que he venido haciendo con las pesas, en el gimnasio. La idea es agarrar masa muscular y fuerza, que es lo me está faltando en este proceso”, agregó.
El jugador aspira jugar los últimos encuentros del Torneo Clausura, aunque prioriza su total recuperación. “En abril espero estar recuperado al cien por ciento, para jugar algunos partidos antes de que termine el torneo. Si no lo logro, me tocará esperar para la próxima temporada. Tengo que estar tranquilo. Pienso que es mejor recuperarse bien y estar listo para lo que venga”, cerró.
Prensa Mineros de Guayana
Lavinotinto.com
