El español Alberto Contador, que sumó su tercera Vuelta; el colombiano Nairo Quintana, conquistador de la «maglia rosa» en el Giro de Italia, y la confirmación del italiano Vincenzo Nibali en el Tour, han sido las estrellas en una temporada ciclista marcada por las caídas en las grandes pruebas por etapas.
El arco iris brilló con fuerza en Ponferrada para el joven polaco Michal Kwiatkowski, quien se confirmó como figura al adjudicarse el Mundial, mientras que otro español, Alejandro Valverde terminó como número uno de la lista del World Tour.
El mes de mayo echó flores a Nairo Quintana, quien firmó la primera victoria colombiana en el Giro de Italia y empezó así a esculpir una leyenda que se presume prolongada para el ciclista de Boyacá. Detrás del ciclista del Movistar también brilló su compatriota Rigoberto Urán, segundo en la general final.
Quintana estrenó la maglia rosa en la etapa reina del Giro, la jornada del Gabia y el Stelvio con final en Val Martello, donde el colombiano se impuso con polémica, pues la organización neutralizó la carrera y luego rectificó, cuando Quintana y un grupo de corredores habían obtenido ventaja en el descenso.
Un día después, Quintana despejó dudas en la cronometrada de la Cima Grapa, donde la maglia rosa tuvo alas y aventajó en más de un minuto a todos los rivales directos.
En el Giro de Italia no faltaron las caídas, como una premonición para lo que sería la temporada. El español Joaquim «Purito» Rodríguez quedó fuera de combate en la sexta etapa.
El Tour 2014 salió de Yorkshire (Reino Unido), donde se vivió con pasión el ciclismo. La 101 edición eliminó por las caídas a los máximos favoritos: Chris Froome y Alberto Contador. En París se encumbró el italiano Vincenzo Nibali, el «Tiburón de Mesina», quien dio un paso al frente y se colocó en un lugar de leyenda.
Un puesto en el selecto «club» de los 6 ciclistas que tienen las tres grandes vueltas en su palmarés, junto a Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Felice Gimondi, Bernard Hinault y Alberto Contador.
Nibali, de 29 años, ganó la tercera etapa en Sheffield y estrenó el maillot amarillo. En la quinta etapa, al borde del pavés, una caída acabó con Froome, y cinco días después, en el descenso del Grand Ballon, Contador se dejó sus opciones en la cuneta.
No fue el único triunfador Nibali. Dos franceses animaron a la afición de su país, Jean-Christophe Péraud y Thibaut Pinot. Ambos subieron al podio final en los Campos Elíseos de París, escena inédita desde hacía 17 años. El español Alejandro Valverde no cumplió su objetivo y fue cuarto.
Una recuperación para muchos «milagrosa» colocó a Contador el 23 de agosto en la salida de Jerez de la Frontera. En principio con el objetivo de probar sensaciones y disputar un triunfo de etapa en la tercera semana.
Los hechos en la carretera pronto demostraron que Contador era un favorito al triunfo con todas las de la ley, y ante rivales como Chris Froome y los españoles Alejandro Valverde y Joaquim «Purito» Rodríguez, el ciclista de Pinto se mostró como el más fuerte y fue capaz de ganar su tercera Vuelta, lo que suponía la sexta grande en su palmarés.
No faltó tampoco una caída eliminatoria en la Vuelta, la que dejó maltrecho al colombiano Quintana con una clavícula rota en la undécima etapa.
Contador apareció en las etapas reina de la Vuelta, en La Farrapona y Puerto de Ancares, certificando un dominio de altura. La segunda plaza en Santiago fue para Froome y la tercera para Valverde.
La cita mundialista de Ponferrada encendió el maillot arcoiris del polaco de 24 años Michal Kwiatkowski, un ciclista de enorme proyección que supo imponerse a dos corredores 10 años mayor que él: el australiano Simon Gerrans y el español Alejandro Valverde, que se conformaron con la plata y el bronce.
En las clásicas de primavera brillaron Cancellara (Tour de Flandes), el holandés Niki Terpstra (Roubaix), Valverde (Flecha Valona) y Gerrans (Lieja-Bastoña).
EFE
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