Cesare Prandelli, seleccionador italiano de fútbol, aseguró hace días que el partido ante Inglaterra en cuartos de final podría ser el más importante de su carrera y, poco después de aquello, declaró que cierra los ojos y sueña “con una noche fantástica” frente a Alemania.
El técnico transalpino aporta serenidad en las ruedas de prensa. Es calmado, tranquilo, no eleva la voz. Jamás alardea de nada, pero siempre defiende lo suyo. Su filosofía la lleva hasta el final con un estilo inimaginable hace años en su país. Y cuando lo traiciona, lo hace de mentira, como ante España, que colocó cinco defensas que realmente no lo eran.
Pero también es un soñador. El límite de Inglaterra en la anterior ronda de la Eurocopa fue atravesado con sufrimiento tras una tanda de penaltis agónica. Entonces, según decía, había alcanzado su cumbre como preparador de un equipo. Ahora, sólo queda soñar despierto.
“Cierro los ojos y sueño siempre con cosas bonitas. Hoy voy a soñar con una noche maravillosa, fantástica”, declaró en la rueda de prensa oficial de la UEFA previa al encuentro que mañana disputarán germanos e italianos en el estadio Nacional de Varsovia.
Cuando Prandelli abre uno de sus sentidos, que cuando no están abiertos imagina hazañas increíbles, vuelve a la realidad para alabar a su rival.
“Creemos que sabemos lo que son. Tienen un estilo muy definido de juego y sabemos cuáles son sus fortalezas. Alemania ha crecido. Tenemos que trabajar en la forma en que se mueven alrededor del terreno de juego y liberar a un jugador clave como Marchisio, De Rossi o Montolivo. Estamos listos para presionar arriba”, declaró.
Su principal pesadilla, las lesiones, todavía no ha terminado. El central Giorgio Chiellini parece que estará listo para el encuentro, pero Daniele De Rossi, con ciática y sentado a su lado mientras atendía a los medios, puede no estar preparado.
“Casi todos estamos en forma tanto mental como físicamente. No creo que podemos tener cualquier pensamiento negativo. No podemos pensar que estamos todavía un poco cansado. Tenemos los ingredientes para asegurar que podemos sentirnos como hace unos días”.
“Siempre tengo signos de interrogación sobre mi once inicial. La sesión de hoy será importante para determinar la aptitud de cada uno y si están en forma y listo para jugar”, agregó.
Y Mario Balotelli, presente en cada rueda de prensa desde hace un mes, no podía faltar. De nuevo, una pregunta sobre el delantero italiano. Y, de nuevo, una respuesta correcta pero con mensaje.
“No tengo problemas de comunicación con Balotelli. Me intriga ver qué sacrificios que está dispuesto a hacer para ser un gran futbolista”, manifestó.
El jueves por la noche Prandelli sabrá si cuando cierra los ojos antes de enfrentarse a Alemania realmente soñó algo bonito o fue una pesadilla. Si llega a la final, probablemente tendrán que pellizcarle para ver si es verdad. De momento, eso ni lo piensa.
“Estamos totalmente centrados mañana. El domingo (día de la final) es una quimera. Tenemos que aferrarnos a nuestra filosofía de juego”, concluyó.
EFE
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