Luego del llamado de César Farías para el primer módulo Vinotinto en Mucuchíes, José Luis Granados y Ángel Chourio compartieron sus comentarios acerca de una experiencia que les servirá para el arranque de las eliminatorias en suelo ecuatoriano.
“En lo personal fue una experiencia muy bonita porque es la primera vez que entreno en la altura. Fue una exigencia bastante fuerte pero para eso fuimos para allá, a trabajar y a hacer las cosas de la mejor manera posible para adaptarnos los más rápido posible a la altura y enfrentar el primer partido de las eliminatorias”, manifestó Chourio.
La localidad escogida por Farías y compañía se sitúa a unos 3000 metros sobre el nivel del mar, doscientos cincuenta metros por encima de la altura de Quito, capital de Ecuador y sede del compromiso eliminatorio ante la selección meridional, pautado para el próximo 7 de octubre en el Estadio Atahualpa.
“Es difícil jugar ante esta realidad. Sabemos que en la altura el oxígeno siempre falta y te ahogas muy rápido. Gracias a Dios que podemos contar con esta preparación para llegar de la mejor forma posible al partido ante Ecuador”, compartió Granados, al tiempo que Chourio agregó que “el ahogo y el cansancio son diferentes a los que he vivido en otros lugares” y compartió una anécdota de su llegada al Hotel Castillo San Ignacio.
“Apenas llegamos al hotel teníamos que subir las escaleras para llegar a recepción. Eran unos siete escalones más o menos. Cuando llegué a recepción estaba ahogado, súper ahogado. Ya al segundo día nos sentíamos mucho mejor. De verdad que la altura pega y gracias a Dios podemos contar con un mes de preparación para este partido”, relató el segundo máximo artillero con la casaca del Real Esppor.
Granados y Chourio deberán reportarse nuevamente a la selección el próximo lunes para cumplir con el segundo módulo de trabajos en suelo andino, también de tres días, y retornarán a la capital el miércoles 21.
Foto: Prensa Real Esppor