Daniel Prat Jerez
RIO DE JANEIRO
La fiesta en Copacabana se terminó antes de lo esperado. La clasificación de Brasil a las semifinales del Mundial tuvo un costo demasiado alto: la lesión de Neymar, quien se fracturó la tercera vértebra lumbar en una entrada del colombiano Camilo Zúñiga. El diagnóstico médico le impedirá jugar lo que resta del torneo. Brasil entero llora por la pérdida.
Como es costumbre en cada partido de la selección brasileña, las calles de Río de Janeiro se detuvieron por noventa minutos. La mayoría de los negocios cerraron sus puertas y tanto conductores como peatones se sentaron frente a algún televisor para ver los goles de Thiago Silva y David Luiz. El final del juego desató un puñado de fuegos artificiales.
Pese a la clasificación, el portal web del diario O Globo prefirió darle más importancia a la noticia de que Neymar, sustituido en el segundo tiempo, se encontraba camino al hospital para realizarse unos exámenes. Las cámaras captaron el momento en que el jugador entraba al centro médico y también cuando salió, ya con la mala noticia. Un puñado de fanáticos y otro de periodistas aguardaban afuera.
“El examen de la tomografía computada mostró una fractura en la tercera vértebra lumbar, no es una fractura grave, que precise cirugía, pero limita los movimientos”, declaró el médico del equipo, Rodrigo Pasmar, al canal Sport TV.
Los fuegos artificiales se acabaron casi de inmediato. La noticia fue reproducida en todos los medios del país. “Neymar está fora da Copa do Mundo”, tituló O Globo. “Vamos a dar o Hexa para ele”, utilizó el deportivo Lance, arengando al equipo a conquistar el trofeo y dedicárselo al atacante.
La televisión brasilera repitió hasta horas de la madrugada los 10 segundos que duró la acción, desde el salto de Zúñiga hasta el choque de este sobre la espalda de Neymar, incorporando un diagrama que explicaba la lesión. “Espero que te mejores pronto, amigo”, comentó en las redes sociales su compañero Lionel Messi. Un gesto que repitieron otros futbolistas como Ozil, Podolski o Balotelli.
Las redes sociales sirvieron de vehículo para que varios fanáticos mostraran sus opiniones. En el caso de Neymar, el jugador superó las 18 millones de menciones en redes sociales. Promediando 2.249 tuits por minuto. Otro puñado decidió mostrar su rabia contra Zúñiga, que llegó a recibir cientos de miles de mensajes en su cuenta de Instagram, la mayoría de ellos en portugués.
Mientras Brasil aún llora por su caída, Felipao Scolari tendrá que comenzar a planificar las semifinales contra Alemania sin él ni el sancionado Thiago Silva.
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Foto: EFE