Brasil completó una Copa FIFA Confederaciones soñada al golear en la final a España por 3-0 y obtener así el título por cuarta vez en su historia, el tercero de manera consecutiva. Como si fuera poco, la Verde e amarela le cortó a La Roja un invicto de 26 partidos. El encuentro se jugó el domingo 30 de junio en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Empujado por la carga anímica que significó la emotiva entonación de su himno nacional, los anfitriones salieron decididos a marcarle el terreno al campeón mundial. El premio llegó rápido: tras un centro de Hulk, Piqué no pudo rechazar, el balón quedando botando en el área menor y Fred, desde el piso, puso fin a los 304 minutos que llevaba La Roja sin recibir goles (1-0, 2’).
España intentó pasar el mal trance como mejor sabe: teniendo el balón. Sin embargo, Brasil era rápido, preciso y vertical, y a punto estuvo de ampliar la distancia dos veces, pero Oscar marró desde una inmejorable posición (8’) y Casillas detuvo en dos tiempos una sutileza de Paulinho (13’).
Aun sin sentirse cómodos por la presión brasileña, los europeos hicieron pie allá por los 15’ y, de poco, emparejaron las acciones. De hecho, Julio César debió esforzarse para desviar un intento de Iniesta, situación que derivó en un córner cabeceado peligrosamente por Fernando Torres (20’).
Goles oportunos
Brasil acarició otra vez el segundo en los pies de Fred, que perdió un claro mano a mano con Casillas (32’). Sin embargo, apenas tres minutos después de una milagrosa barrida de David Luiz ante un tiro de Pedro, el local estiró la ventaja a través de un imponente zurdazo de Neymar, quien festejó entre el público (2-0, 44’).
España se enfrentó al peor escenario posible en el mismísimo comienzo del complemento. Primero, porque Naymer vio entrar a Fred por detrás suyo, dejó pasar un balón que iba para él y se deleitó con la definición cruzada del goleador (3-0, 47’). Y luego, por el penal que erró Sergio Ramos (55’).
Vicente del Bosque buscó variantes con los ingresos de Jesús Navas y David Villa, aunque se vio en mayores problemas cuando Gerard Piqué se fue expulsado por derribar a Neymar (68’). Pese a esto, Julio César se lució ante Pedro (81’) y frente de Villa (87’).
Brasil tuvo tiempo para lucirse, e incluso para ampliar la diferencia. La fiesta, sin embargo, ya era completa: mientras la afición gritaba “tetracampeón“, el equipo de Luiz Felipe Scolari le dejó en claro a todo el mundo que estará listo para el desafío que se le avecina el próximo año.
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