El Mundial de Brasil presentó una serie de innovaciones que marcaron los 31 días de competición en las 12 sedes, entre las que se destacaron el spray para señalar el lugar donde se debe situar la barrera en las faltas y la tecnología de la línea de gol.
Luego de varias idas y vueltas en el tiempo, la FIFA aceptó el uso de la tecnología en su torneo más emblemático al igual que tantos otros deportes como el tenis, el rugby, el voleibol o el baloncesto.
En el Honduras-Francia, de Porto Alegre, fue el bautismo de esta nueva tecnología de 14 cámaras y sensores vinculadas a un programa de computación en un reloj del árbitro.
En este encuentro, el árbitro brasileño Sandro Ricci se valió de la tecnología para convalidar el tanto convertido por el delantero Karim Benzema en complicidad con el portero hondureño Noel Valladares.
De esta manera, la Federación Internacional del Fútbol pretendió desterrar de sus Mundiales a los ‘goles fantasmas’ que marcaron incómodas presencias en las ediciones anteriores.
Por su parte, el spray para delimitar las distancias de las faltas, un invento de larga data del periodista argentino Pablo Silva, tuvo que esperar doce años para tener presencia en su primera Copa del Mundo.
El calor de las sedes del norte de Brasil además convenció a la entidad rectora del fútbol internacional para autorizar el uso de los tiempos muertos, después de que una sentencia judicial de un juez laboral brasileño se lo impusiese.
El primer árbitro en decretar este descanso en un Mundial fue el portugués Pedro Proença, en el minuto 31 del partido que disputaron Holanda y México en el estadio Castelão de Fortaleza.
La reutilización de la SpiderCam en algunos escenarios de esta Copa del Mundo, la transmisión de algunos encuentros en Ultra Alta Definición y la explosión de las redes sociales como forma de comunicación también marcaron el torneo.
EFE
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