A exactamente dos meses de que Brasil y Croacia disputen el partido inaugural del Mundial Brasil 2014 en Sao Paulo el 12 de junio próximo, tres de los doce estadios que serán utilizados en la competición continúan en obras y seis de los aeropuertos dejarán parte de sus reformas para después del evento.
Pese a esos atrasos, el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, dijo que todo será entregado a tiempo para el que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, insiste en llamar de «Mundial de los Mundiales».
«Están ahí nuestros estadios, casi todos listos. El último que será entregado será el de aquí, el Arena Corinthians de Sao Paulo», afirmó Rebelo en una ceremonia pública anoche en la mayor ciudad brasileña, que trabaja a ritmo redoblado para concluir el estadio del partido inaugural.
El ministro reconoció que lo último a ser entregado igualmente serán «las obras de ingeniería en los aeropuertos y las de comunicación», pero otras autoridades han admitido que parte de las reformas en seis aeropuertos terminarán después del Mundial.
Brasil inauguró el año pasado seis de los doce estadios del Mundial (Río de Janeiro, Brasilia, Salvador, Belo Horizonte, Recife y Fortaleza) para utilizarlos en la Copa Confederaciones, que sirvió como una exitosa preparación para el evento de este año.
Los otros seis aún estaba en obras a finales del año pasado, cuando Natal inauguró la Arena de las Dunas.
Pese a que el 2 de marzo las autoridades de Cuiabá organizaron un partido entre los clubes Mixto y Santos para probar la Arena Patanal, el compromiso se disputó en un estadio aún en obras, al que le faltaban la mitad de las sillas y otros acabados.
Si las obras en Cuiabá son detalles, las de los estadios de Curitiba y Sao Paulo aún son estructurales y preocupan a la FIFA.
El caso de la Arena da Baixada de Curitiba es el más preocupante y la FIFA llegó a amenazar con excluir a la ciudad del Mundial.
Pese a que los responsables prometen entregarlo el 30 de abril próximo, una serie de paralizaciones de los obreros para exigir el pago de salarios atrasados estrechó aún mas los plazos esta semana y ahora la promesa es inaugurarlo el 15 de mayo, fecha en que la FIFA tendría que recibirlo oficialmente.
En el caso de Sao Paulo, la estructura original del Arena Corinthians está concluida con su capacidad para 44.000 espectadores pero los responsables por las obras aún trabajan en la construcción de los graderíos temporales prometidos por Brasil para que el estadio cuente con el aforo exigido por la FIFA para un partido inaugural (68.000 lugares).
Tales obras estuvieron paralizadas en los últimos días por el accidente que provocó la muerte de uno de los obreros el mes pasado, pero la Superintendencia Regional del Ministerio del Trabajo de Brasil autorizó ayer el reinicio de los trabajos.
Con esa víctima llegó a siete el número de los trabajadores fallecidos durante las obras de los doce estadios.
En el caso de los aeropuertos, en cambio, el Gobierno parece haber arrojado la toalla.
La Infraero, estatal que administra los aeropuertos, fijó dos cronogramas para la entrega de las obras que adelanta actualmente en varias terminales y que había prometido para el Mundial. Ahora una parte de las obras quedará para después del Mundial.
Tal es el caso de los aeropuertos de Belo Horizonte, Cuiabá, Curitiba, Salvador, Porto Alegre y Fortaleza, en donde se realizarán las obras más urgentes y visibles.
El ministro de la Secretaría de Aviación Civil, Wellington Moreira Franco, afirmó que la decisión no afectará a los turistas que lleguen para el Mundial. «Las áreas por las que circularán los visitantes estarán prontas y despejadas. Estará todo listo para ofrecer una buena atención a los pasajeros», dijo.
EFE
Lavinotinto.com