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2016: El año de “El Lobo”

Muchos recordarán el 2016 como el año del Real Madrid, que levantó su undécima copa de Europa, se coronó por quinta ocasión como campeón del mundo y en este mismo curso, su figura, Cristiano Ronaldo, logró hacerse con su cuarto balón de oro. Sin embargo, mientras en Europa se celebraban importantes títulos, en América, se gestaban otros logros. Durante estos doce meses, los venezolanos pudimos presenciar como uno de los nuestros llegaba a donde ningún otro criollo había podido. En este período, Alejandro “El Lobo” Guerra alcanzó su apogeo futbolístico y se convirtió en una pieza clave en el esquema del mejor conjunto de América.

Desde su debut profesional, con el Caracas FC en el año 2003, el joven caraqueño ya empezaba a mostrar su gran calidad técnica, incisivo desborde, así como también una gran pegada de media distancia. Muchos creían que era cuestión de tiempo para que “El Lobito” triunfara en el exterior, pero tras una corta e infructuosa experiencia en la temporada 2004-2005 en Argentina, con Juventud Antoniana, pasarían 11 años hasta que Guerra cumpliera con las expectativas generadas en su adolescencia.

A pesar de convertirse en figura del fútbol venezolano, su intermitente paso por la Vinotinto y su ausencia en el ámbito internacional, creaban en muchos la idea de que su carrera sería un fracaso, considerando sus obvias habilidades con el balón. No obstante, tras su llegada a Atlético Nacional en 2014, Guerra estuvo a la altura de las circunstancias, y la filosofía de rotación de Juan Carlos Osorio otorgó al criollo una confianza transcendental para los retos siguientes.

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Luego, con la llegada de Reinaldo Rueda al banquillo verdolaga y su esquema de 4-2-3-1, el Lobo tomó un rol más protagónico (de enganche), lo que le dio la oportunidad de jugar con más libertad, de comandar los hilos del equipo y de ser el responsable de dar ese último pase. Además, a la hora de defender ha tenido que incorporarse como un tercer recuperador, función que evidencia la madurez futbolística alcanzada en este ciclo.

Siendo pieza crucial del cuadro paisa, Alejandro Guerra se convirtió en el primer venezolano en alzar la prestigiosa Copa Libertadores, hazaña que se le escapara a Rafael Dudamel con Deportivo Cali en el ya lejano 1999. En esta edición de la copa “El Lobo” marcó 3 tantos y disputó 13 de los 14 partidos de los “verdolagas”, pero más allá de las estadísticas, fue su funcionamiento dentro del terreno lo que le valió para estar entre los 6 nominados por los organizadores para llevarse el galardón de “jugador más valioso”.

Más recientemente y luego de una cirugía de rodilla que lo mantuvo alejado de las canchas alrededor de un mes, El Lobo logró otras hazañas: ser el segundo venezolano (primero formado en Venezuela) en disputar y el primero en marcar en un mundial de clubes de la FIFA.

Si bien se esperaba que su explosión futbolística llegara mucho antes, este 2016 fue claramente el año de “El Lobo”, quien demostró que su calidad siempre ha estado ahí, pero sobretodo, que nunca es tarde para triunfar y pisar donde nadie más lo ha hecho.

Pablo Chillida
Foto: Archivo
Lavinotinto.com

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