La liga rusa de fútbol se reanuda el sábado, tras dos meses de receso invernal con el Zenit San Petersburgo como líder en solitario e indiscutible favorito a la victoria final.
El Zenit, que abrirá las hostilidades al recibir al modesto Ural en la antigua capital imperial, mantiene su columna vertebral con el brasileño Hulk como gran estrella y el portugués Villas Boas en el banquillo.
El equipo financiado por el consorcio gasístico Gazprom decepcionó en la Liga de Campeones al caer en la primera fase, pero su ventaja de siete puntos sobre el segundo clasificado, el CSKA Moscú, parece, salvo hecatombe, casi definitiva.
En una muestra de que no ha perdido el hambre, el equipo ruso aplastó al PSV Eindhoven en los dieciseisavos de final de la Liga Europa por un total de 4-0 con dos goles del venezolano Rondón y otros tantos de Hulk.
El único lunar parece ser el veterano delantero Kerzhakov, quien parece haber tenido sus más y sus menos con Villas Boas después de que este aprobara el fichaje para la próxima temporada de Artiom Dziuba (Spartak Moscú), internacional con Fabio Capello.
El CSKA, que visitará al siempre peligroso Terek Grozni, ha perdido a su máximo goleador, el marfileño Doumbiá, que fue fichado a principios de este año por el Roma italiano y ha dejado un gran hueco en la delantera del equipo del Ejército ruso.
Como es habitual, el equipo moscovita no ha realizado grandes desembolsos y ha optado por fichar a una joven promesa del fútbol sueco, Carlos Strandberg, delantero de origen mozambiqueño de 18 años.
Por ello, los goles seguirán siendo responsabilidad del nigeriano Musa, quien ya destacó en el Mundial de Brasil.
A escasa distancia se encuentra un paquete de perseguidores con los tres históricos clubes moscovitas -Dinamo, Lokomotiv y Spartak- y el Krasnodar, el nuevo rico del fútbol ruso.
Colista es el Rostov, empatado a punto con el Arsenal, mientras no están ni mucho menos fuera de peligro el Amkar, el Ural y el Torpedo.
EFE
Lavinotinto.com
