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Venezuela repitió lo hecho en 2007

Caracas.- La selección de Venezuela, que dirige César Farías, repitió hasta ahora su mejor actuación en una Copa América al llegar hasta los cuartos de final, de la misma manera que lo hizo como anfitrión hace cuatro años.

En 2007, de la mano de Richard Páez, la “vinotinto” sumó los mismos cinco puntos en la primera fase, con un triunfo ante Perú 2-0 y empates frente a Bolivia 2-2 y Uruguay 0-0, para concluir a la cabeza del Grupo A.

En aquella ocasión, los cuartos de final fue una pesadilla para los de Páez, pese al gol del empate provisional en un tiro libre de Juan Arango, el ariete Diego Forlán se encargó de plasmar el definitivo 1-4 en la llamada catedral del fútbol venezolano, el estadio Pueblo Nuevo.

El calco de la primera fase aparece en la actuación de una selección venezolana mejorada en muchos aspectos. Más velocidad, juventud, sacrificio y opciones de gol se configuraron para sobresalir en un grupo que no era nada fácil para los chicos de César Farías.

Jugadores como los centrocampistas Tomás Rincón y César "maestrico" González, los defensores Gabriel Cichero, Roberto Rosales y Grenddy Perozo, el portero Renny Vega y el delantero Salomón Rondón han sobresalido en un grupo muy compacto y que da resultados.

El debut ante Brasil, la actual campeona de la competición, era el comienzo más difícil para el grupo de jugadores venezolanos, que se esforzaron con propiedad para obtener un meritorio empate sin goles.

Fue el tercer partido seguido que Brasil no puede ganar a Venezuela (triunfo de 2-0 en un amistoso en 2008 y empate 0-0 en las eliminatorias de Sudáfrica a domicilio en 2009).

Un registro histórico para los locales que siempre sufrieron ante los brasileños resonantes goleadas tanto en casa como a domicilio.

El segundo rival fue Ecuador. En la Copa América, las dos veces los meridionales ganaron sin problemas, la primera por goleada de 6-1 en 1993.

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Esta vez, con la experiencia venezolana de haber ganado a los ecuatorianos en las pasadas eliminatorias en ambas ocasiones, se volvió a repetir el éxito “vinotinto”.

El gol de César González para el 1-0 definitivo plasmó la diferencia entre la paciencia y las ansias de ganar para Venezuela.

Con la clasificación anticipada ya en su bolsillo, el cierre ante Paraguay se perfilaba un tanto difícil por la necesidad de los guaraníes de sumar de a tres.

El tanto de Rondón, goleador del Málaga español apenas a los 5 minutos, cambió el panorama para los paraguayos, que lucharon para poder voltear las cifras.

Los tantos de Alcaraz, Barrios y Riveros colocaba el 3-1 que parecía ya inalcanzable para Venezuela, que demostró una vez más que ya no es la misma de antes.

Farías, que ingresó a Juan Arango, Giancarlo Maldonado y a Miku, se volcó en los minutos finales por a lo menos lograr el descuento. Miku, jugador del Getafe, volvió a ratificar su oportunismo a sólo un minuto de los 90.

Cuando agonizaba el partido, en un tiro de esquina, el portero Renny Vega dio de cabeza el pase a su compañero Grenddy Perozo, que lanzándose de palomita, infló la red paraguaya para el increíble 3-3.

Venezuela cerró el Grupo B con los mismos puntos de Brasil, pero en el segundo lugar sólo por diferencia de goles, impensado ante de comenzar el torneo.

Ahora la mirada de la “vinotinto” se centra en Chile, su próximo rival. Pase lo que pase en los cuartos de final ante el seleccionado que dirige Claudio Borghi, los venezolanos ya se ganaron el cariño y el respeto de sus rivales como lo pidió su seleccionador.

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