La alegría que transmite Carlos Salazar por haber regresado a la titularidad con Táchira, se asemeja al día del debut de un jugador profesional en la división de oro.
El central, recuperado de una lesión que lo dejó fuera de la cancha con el primer equipo, por casi un año y medio, trabajó en su larga recuperación esperando el momento idóneo para ser visto en acción y qué mejor manera de hacerlo que en la final del fútbol venezolano, donde el Aurinegro contó con una sólida línea defensiva que permitió conseguir el cero en la portería durante el duelo de ida en Valera.
“Quiero darle en primer lugar gracias a Dios porque no perdí la fe en querer volver al equipo y más con los muchachos que están haciendo un gran torneo. Completamente genial jugar con ellos este partido y volver a una final es muy emotivo”, dijo.
Táchira sumó el total de los puntos disputados en casa, obteniendo el cien por ciento de efectividad: “Siempre hemos sido fuertes, todos los partidos los hemos ganado acá, el resultado que obtuvimos en Valera fue bueno para poder cerrar en casa”.
El zaguero central prioriza el objetivo coletivo para la vuelta de la final: “Todos los jugadores son importantes en cada rol, y en cada línea para poder llegar a la victoria”.
Prensa Deportivo Táchira
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