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Rodgers encabezó a los Packers

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El sueño se hizo realidad después de la gran labor que realizó en el Cowboys Stadium, de Arlintong (Texas), donde su equipo de los Packers ganó por 31-25 a los Steelers para proclamarse campeones de la cuadragésima quinta edición del Super Bowl.

Además también se quedó con el premio de Jugador Más Valioso (MVP) algo que nunca pudo conseguir su antecesor en el puesto, el legendario Brett Favre, durante varias temporadas también su mentor y maestro, que si logró el título de Super Bowl (1997), pero no el honor individual.

Lo que se esperaba de Rodgers se dio, es decir pases precisos y temple ante la presión, que le permitieron completar 24 de 39 pases para 304 yardas, tres anotaciones y ninguna interceptación.

Rodgers, de 27 años, los mismos que tenía Favre cuando en 1997 ganó el que era el último Super Bowl de los Packers, supo tener paciencia ante la figura de su antecesor y se dedicó a aprender bien y con rapidez.

La mejor demostración de su buen aprendizaje ha sido que con sólo tres temporadas al frente del equipo ya lo ha guiado al cuarto título de campeones del Super Bowl en la historia de los Packers.

La figura de Rodgers surgió de forma más brillante y magistral durante toda la fase final, cuando ganaron a equipos rivales como los Eagles de Filadelfia, Falcons de Atlanta y Bear de Chicago, a los que tuvo que enfrentar de visitante, al ser su equipo el sexto preclasificado de la Conferencia Nacional (NFC).

"Hay que darle el mérito a nuestra defensa. Conjuntamos aquí un gran grupo de hombres, con mucho carácter", declaró Rodgers, quien lanzó dos pases para anotación al receptor abierto Greg Jennings y otro a Jordy Nelson, la gran revelación de la temporada. "Simplemente es grandioso poder compartirlo con ellos".

No hay que olvidar que el gran desempeño de Rodgers fue contra una de las más temidas defensas de la NFL, la versión moderna de la "Cortina de Acero" de los Steelers, de la que forman parte, entre otros, el mejor jugador defensivo de la liga, Troy Polamalu, y el temido James Harrison.

Los Steelers limitaron esta temporada a sus adversarios a un promedio de 14,5 puntos por partido, el más bajo de la liga, pero los Packers superaron esa marca antes que concluyese la primera parte (21-10).

Rodgers sintió la presión y los nervios al comienzo del partido por la lógica de ser su primer Super Bowl, y que antes de esta temporada sólo había disputado un encuentro de la fase final, pero al concluir la acción en el "Cowboys Stadium" su debut ya forma parte de la historia de la NFL.

Todo lo hecho por Rodgers, seleccionado en la primera ronda del sorteo universitario del 2005, tiene un valor doble porque enfrente no sólo estaba una defensa terrible sino que los Steelers llegaban con Ben Roethlisberger, el mariscal de campo estelar con dos títulos de campeón y su tercer viaje al Super Bowl.

Se suponía que Roethlisberger, con sus dos títulos de Super Bowl previos, sería quien no tuviese problemas con la presión del escenario, pero se dio la historia contraria, el estelar de los Steelers vio como le interceptaron dos balones en la primera parte, mientras Rodgers brillaba y estaba algo nervioso, pero seguro.

Rodgers improvisó jugadas a la carrera, adivinó las movidas de la defensiva e hizo ajustes, para inclusive conseguir todo sin el apoyo del juego terrestre, el cual se limitó a sólo 50 yardas avanzadas.

El peor momento para Rodgers llegó en la segunda parte cuando tuvo otro bajón al lanzar cinco pases incompletos consecutivos y salir del terreno de juego rápidamente una y otra vez mientras los Steelers seguían obligándolos a patear de despeje.

Pero Rodgers recuperó la mejor forma cuando se requirió en el cuarto período, dirigiendo una serie ofensiva de 55 yardas para anotación después de que el corredor de los Steelers Rashard Mendenhall perdió un balón que recuperó Desmond Bishop.

Esa iba a ser la acción decisiva del partido, al margen de las dos interceptaciones que lograron en la primera parte para convertirlas en parcial de 14-0.

Después de que los Packers detuvieron la última serie ofensiva de los Steelers, todo lo que tuvo que hacer fue caminar en el terreno y poner la rodilla sobre el mismo para agotar el tiempo.

Unos minutos más tarde, Rodgers tenía entre sus manos el trofeo Vince Lombardi, uniéndose a Bart Starr y Favre como los mariscales de campo que lo lograron para la dinastía de los Packers, que desde ahora ya lo es mucho más y Green Bay reforzó su reivindicación de ser la capital de los títulos en Estados Unidos.

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