La selección se despidió temprano de la Copa América. La historia y la estadística dirán que fue un retroceso en relación a ediciones anteriores. Sin embargo, las posibilidades que se abren tras el paso por Chile parten de lo que desde el domingo ya es el pasado.
Tras casi un año al frente de la Vinotinto, Noel Sanvicente superó la decena de partidos disputados. A esta altura, la base de la alineación de su equipo está definida. El siguiente paso es la consolidación del fútbol que busca demuestren sus dirigidos, del que hubo destellos en el torneo continental.
No hay nombres de responsables directos en la eliminación. Venezuela perdió por detalles en la ejecución y en la respuesta en relación a la propuesta contraria. No obstante, en las eliminatorias algunos jugadores tendrán que abrirse paso y ser los protagonistas de cara a la meta mundialista.
Las fechas del premundial serán ajustadas, al igual que las de la Copa América. No serán tres partidos pero sí dos en una semana, con las mismas dificultades de preparación, logística y rivales. Chile dejó una enseñanza a todos los involucrados, que desde octubre se tiene que llevar a la práctica.
Los restantes equipos del continente son tan complicados y cambiantes como siempre. Ningún encuentro será igual al anterior, como es habitual en este deporte. La Vinotinto ratificó que puede competir pero ahora debe creer, empujar el carro hacia delante.
El cuerpo técnico y los jugadores no van a parar de trabajar. No pueden y no quieren. El resto del fútbol nacional tampoco puede parar. La Copa América es un tropiezo, aunque también lo son la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, los torneos juveniles, el torneo nacional y los demás campeonatos.
Reconocer, revisar, reflexionar, reconstruir. Son algunas de las acciones que debe ejecutar el medio futbolístico venezolano en el corto, mediano y largo plazo. No se cumplió un objetivo. La intención es que los próximos sí se cumplan.
Javier Rivera
Foto: EFE
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