Luego de la salida del técnico José Hernández, el Atlético Venezuela cayó en las manos de Manuel Plasencia, quien logró el principal objetivo del club: salvar la categoría.
En su primer partido Plasencia alcanzó una victoria ante Mineros de Guayana que sacó al cuadro nacional de puestos de promoción, pero una serie de resultados adversos lo sumieron nuevamente en la zona de peligro, de la cual pudo salir en la fecha 16 cuando derrotó a Petare en condición de visitante para sellar la permanencia.
Medio lleno y medio vacío
Plasencia analizó su labor en el Atlético. “Fue un torneo competitivo, en el que se jugó mucho, pero en el que el equipo le costó sumar. Mi paso por el equipo fue agridulce, porque logramos salvar la categoría, que era el objetivo número uno cuando llegué y afortunadamente se logró la jornada pasada”, admitió con cierta sensación de que pudo ser mejor.
“Estoy contento porque el equipo se queda en Primera y da tiempo para reflexionar y hacer cosas, pero también triste porque no se ganaron los partidos que debimos”, añadió.
El estratega de 72 años rescató la contundencia del equipo en varias presentaciones, pero lamenta que también encajó muchos goles y derrotas por errores puntuales. Cree que hay que pulir detalles para seguir creciendo. “En algunos partidos fuimos contundentes, en otros fuimos menos agresivos, convertimos muchos goles, pero también nos hicieron muchos goles”, argumentó.
De cara al 2016 dijo: “Tengo que conversar primero ciertas cosas con los dirigentes esta semana y enfocarnos en el primer torneo del año para lograr entrar en el octogonal, pero el trabajo tiene que ser a largo plazo, pensando en un año”, culminó Plasencia.
Prensa Atlético Venezuela
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