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Mineros mostró buen fútbol

El Brígido Iriarte, una instalación que por su realidad no está para albergar un encuentro de Primera División, tuvo en su césped a dos equipos que demostraron que están para pelear en la parte alta de la tabla, cada uno con sus virtudes y sus defectos.

Mineros apostó a un mediocampo poblado, con claro tinte ofensivo con la presencia de Jorge Rojas, Ricardo Páez y José David Moreno, un tridente que tuvo como misión alimentar a Orlando Cordero, el único atacante.

Del otro lado un Esppor fiel a su estilo, con Chourio retrasado, pero con presencia constante en el área rival, ahora acompañado por un activo Darío Figueroa y dos delanteros como Rafael Castellín y Cristian Cásseres, intermitentes, pero peligrosos cuando están de frente al arco.

Podría decirse que los negriazules jugaron un aceptable primer tiempo, con dominio de balón, generando opciones e incluso, adelantándose en el marcador, gracias al golazo del “Zurdo” Rojas a la media hora.

Apenas tres minutos después llegó la jugada polémica, la que aún se comenta y que seguirá levantando polvo en los próximos días. ¿Era válido el gol de Orlando Cordero? La repetición de la TV demostró una y otra vez que la decisión del árbitro Rafael Guarín es la primera mancha del arbitraje en 2011.

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No hay siquiera contacto físico entre el delantero minerista y el portero Javier Toyo. Una decisión sencillamente inexplicable. Nadie puede garantizar que con ese 0-2 Mineros ya tenía el juego en el bolsillo, pero sin duda que un marcador así pondría otro escenario por delante.

El empate de los merengues llega por un error puntual en la marca. Figueroa cobra el tiro de esquina desde la izquierda y los centrales (Rey era el más cercano), miran simplemente como Boada aparece para cabecear solo para el 1-1.

Arriesgó mucho

Los locales tuvieron la suerte de conseguir la ventaja apenas a los siete minutos de haber iniciado el complemento. Darío Figueroa cabeceó en otra falla del fondo, cuando todos, hasta el portero se quedaron parados.

Sin embargo, y es algo para rescatar, Mineros no cambió su forma aún con la desventaja. Tan solo hubo un cambio posicional, que a la larga dio sus frutos para encontrar el empate.

Ese movimiento, pasar a Vallenilla a la izquierda, para ingresar a Rubén Yori a la derecha, estuvo directamente relacionado con el gol del 2-2. Fue un centro de Vallenilla, mal despejado, que le quedó a Yori para impactar de volea y marcar el empate.

Para muchos, el 2-2 era un resultado suficiente para el trámite que había tenido el encuentro, más, por las limitaciones en ataque. Cordero cansado por el desgaste, y “Champeta” Velásquez, que había ingresado desde la banca y no está al tope de sus condiciones.

Con un cambio disponible, y el empate a falta de 10 minutos, quizás una opción válida era la de hacer el cambio por algún defensa más y dejar las cosas así. Pero Mineros jugó a ganar y cuando se juega para sumar de a tres, se corren ciertos riesgos.

Cásseres aprovechó un pase filtrado entre los centrales, mal parados en un contragolpe, y no perdonó en el mano a mano para que Noel Sanvicente ganara el duelo de estrategias que plantearon ambos equipos en el choque dominical.

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