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McIntosh, el profesional perfecto

Hace 17 temporadas que debutó como profesional. Y aún tiene más para dar. No cualquiera lo hace. “Ha sido por el cuidado. También por la motivación que tengo por esto desde chamo. Gracias a Dios, siempre tuve un padre que me marcó valores en cuanto a la responsabilidad y el respeto hacia el trabajo”, explicó el lateral, que se estrenó en Primera División con el ya extinto Minervén.

McIntosh es un tipo hogareño. Lo deja claro cada vez que habla sobre el tema. “Creo que la base de todo ha sido la buena familia que tengo. Ya tengo 17 años con mi esposa, tengo dos bellos niños y eso ha sido clave: la estabilidad emocional que uno pueda tener como persona”, dijo el zaguero. A su espalda, en una de las canchas de La Guacamaya, el elenco de Venevisión se preparaba para grabar una escena de la telenovela ‘La mujer perfecta’. Él, en su esposa, ya tiene a la suya.

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El zaguero venezolano aún mantiene la misma ilusión de su juventud. “Todos los días sueño con esto. Entro a la cancha y sueño con hacer una buena jugada. El día que deje de soñar con el fútbol creo que ya tendría que dar un paso al costado. Por eso cada vez me cuido más. No me veo sin el fútbol. Creo que el día de mañana, que me vaya, trataré de estar lo más ligado posible y seguir en esto”.

Eso sí, de momento, no planea dejarlo. “Si supieras que pienso en el retiro y me deprimo. Trato de cada día estar mejor en lo físico. Ya cuando el cuerpo no de más, o cuando vea que sea hora de retirarme, lo haré. Tampoco voy a jugar hasta que esté dando pena, como dicen. Pienso retirarme bien y, después, seguiré contribuyendo con lo que aprendido para compartirlo con los chamos”.

Y uno de esos chamos a los que quiere enseñar es a su propio hijo. Se llama Ronald y es parte de su sueño. “Mi meta es tratar de jugar unos añitos más hasta que mi chamo llegue por lo menos a 17 o 16 años para que ya pueda debutar en Primera. Es un sueño para mi, tratar de estar en el mismo partido que mi hijo”, confesó. Su hijo, que juega en el colegio San Agustín, tiene 13.

Mientras llega ese momento, el internacional vinotinto disfruta de su experiencia. Es mayor, incluso, que su propio entrenador, Eduardo Saragó. “David es lo más cercano a lo que yo he visto de la perfección del profesional”, lo definió su director técnico. "Creo que es íntegro en todos lo sentidos y eso lo hace ser querido dentro del grupo. Es difícil que alguien no quiera a David por su manera de ser, por lo profesional que es y porque hoy está vigente en el fútbol venezolano”.

Saragó, al igual que McIntosh, también cree que al jugador aún le queda. “Si no, no lo metiera a jugar. Si hoy juega copas internacionales a buen nivel en un equipo como el Petare de lateral, le quedan ocho años de central”, aseguró y, al ver la incredulidad de su receptor, agregó: “Es verdad, aquí puede jugar en cualquier equipo. Te repito: McInstosh es lo más cercano a la perfección profesional”.

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