Franklin Lucena es, ante todo, un apasionado del fútbol. El versátil mediocampista defensivo de la selección de Venezuela es un consumidor voraz del deporte que practica, sea por ganas de aprender como por simple pasatiempo. “Estoy viendo al Barça en la Champions”, es lo primero que le dice a FIFA.com este luchador de 32 años. Y no es sorpresa, porque la misma pasión con la que mira todo lo hace explotar dentro del campo de juego, donde quiere dejar hasta la última gota de sudor para concretar un sueño que, sabe, se complicó demasiado: jugar con Venezuela la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, informó dicho portal.
Mientras con el rabillo del ojo sigue lo que hace en la pantalla Javier Mascherano, su referente, –“tiene mucha visión de juego, temperamento, tranquilidad… un poquito de cada cosa de lo que necesita esta posición”-, Lucena deja escapar su frustración por cómo cambió el escenario para la Vinotinto: tras la primera ronda era cuarta con 12 puntos.
Hoy está sexta con 19 unidades, tres por detrás de Uruguay y Ecuador, que tienen un partido más. Tiene una sola carta, el duelo ante Paraguay en San Cristóbal el 11 de octubre, que debe ganar sí o sí y después esperar una combinación de resultados para tener opciones de jugar el repechaje ante Jordania y estar en una Copa Mundial por primera vez en la historia.
“Estamos tristes por estas circunstancias pero no vamos a bajar los brazos. Es incómodo depender de otros resultados. Hemos hecho una gran eliminatoria. Creo que hemos conseguido cosas importantes aunque el objetivo de ir al Mundial está más lejos. Eso ya se nos escapa de nuestras manos pero vamos a terminar con la frente en alto. Podemos conseguir un milagro, podemos conseguir el objetivo”, dice con dosis de rabia y esperanza mezcladas.
La presión como daga
El mediocampista del Deportivo La Guaira, hincha fanático del América de México e ilusionado con poder jugar alguna vez en el fútbol mexicano –“me gusta más que el europeo”-, es consciente de algo: hasta hace no mucho un país entero deliraba ante la posibilidad cercana de vivir un hecho tan histórico como deseado. Pero el rendimiento de Venezuela ha decaído y Lucena pensó, analizó y llegó a una conclusión.
“Creo que nos mató la presión. Tuvimos partidos que necesitábamos la experiencia de poder jugar al fútbol con tranquilidad y nos pasó factura. No tuvimos la experiencia contra Uruguay –derrota 1-0 como local-, tampoco contra Chile –caída por 3-0 en Santiago-. Contra Bolivia también nos faltó un poco de tranquilidad a la hora de ganar el partido y terminamos empatando. Por ahí es donde se nos va la eliminatoria, en esos partidos puntuales. En el empate con Ecuador aquí en Venezuela también. No supimos manejar los partidos. Nosotros nos entregamos y pusimos todo para ganar, pero la desesperación…”.
Lucena, un polifuncional que forma una dupla poderosa en el mediocampo con Tomás Rincón pero que también puede ocupar otros sectores –“he jugado hasta de lateral, un futbolista tiene la capacidad para jugar en varias posiciones”-, sabe ver las cosas desde diferentes ángulos. Y no se le escapa que pudieron vencer esa falta de experiencia en otros momentos. “Con Argentina necesitábamos un resultado por todo lo que se daba, por ganarle por primera vez y se le ganó”, recuerda.
Paraguay, el olvido de un trago amargo
Para el 14 vinotinto, el último rival de la eliminatoria, representa un recuerdo poco feliz: en las semifinales de la Copa América Argentina 2011, Venezuela igualó con los guaraníes 0-0 en el tiempo reglamentario. Estaba a una definición por penales de alcanzar una final inédita, pero perdió 5-3, fallando un solo disparo, el tercero.
“Después de aquello sentí el apoyo de todo un país, tanto con el partido como con la lesión”, asegura Lucena, antihéroe de la definición desde los 11 metros y pocos meses después víctima de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda. “Eso me ayudó a madurar como futbolista, como persona, ver en quién confiaba, quiénes estaban en los momentos difíciles y quiénes no”.
“Después de aquel amargo partido los enfrenté en Paraguay, les ganamos y prácticamente los sacamos de la eliminatoria. Ahora sólo se me viene a la cabeza estar preparado para ganar los tres puntos y tratar de estar en el Mundial”, afirma antes de diseccionar el envite que se les presenta.
“Vamos a tener muchas cosas en la cabeza. Ni el psicólogo ni nosotros podemos ser tan mezquinos de decir que no. Vamos a enfrentar todo lo que se nos viene, pero lo importante es estar con la tranquilidad de jugar bien, de salir con la frente en alto, de demostrar a un país que hicimos una gran eliminatoria aunque no se nos dé el Mundial y encarar el partido con mucha responsabilidad. Ganarlo y después pensar. Es lo mejor que podemos hacer”.
El futuro puede ser mejor
Mientras en algunos ámbitos hay una sensación de ahora o nunca para Venezuela por la presencia de una estrella como Juan Arango, en Lucena hay una mirada optimista hacia el futuro del fútbol de su país.
“Si no es ahora (la clasificación al Mundial), hay jugadores que están saliendo. Están Josef Martínez, Yohandry Orozco, Alexander González, Roberto Rosales… Hay una camada de jugadores muy jóvenes que están para darle cosas importantes a nuestro fútbol”. Y no olvida el sub-17 que jugará la Copa Mundial de la categoría en Emiratos Árabes Unidos: “Estoy seguro de que van a hacer un buen papel. La regla que existe en Venezuela que les hace jugar obligatoriamente les ha dado bastante madurez y confianza a jugadores tan jóvenes. No tienen que conformarse con competir. Venezuela ya se acostumbró a ganar. Tienen que ir a conseguir cosas importantes”.
Tomado de FIFA
Lavinotinto.com
