Alejandro Guerra siguió su vida normal. Trata de ignorar la polémica y no se inmiscuye en temas que la puedan generar.
Interrumpió el proceso de hacer maletas para regresar a Venezuela donde pasa unos días con su familia y expuso su opinión sobre la carta de los jugadores de la selección para la Federación Venezolana de Fútbol y otros temas.
“Yo jamás renunciaría a jugar con la selección de Venezuela. Eso nunca pasaría. El tiempo que he estado alejado es porque no entro en los planes del cuerpo técnico, pero eso para mí es un orgullo”, atajó el mediocampista del Atlético Nacional para aclarar la misiva en la que se dio a conocer una molestia con la dirigencia del fútbol venezolano y apareció su nombre.
“El único objetivo de esa carta es hacer público el descontento de un grupo de jugadores por cosas que se viven y que no podíamos callar. La idea es aportar al crecimiento, no queremos publicidad ni generar problemas con nadie”.
Guerra quien conoce a Noel Sanvicente de su etapa en el Caracas FC descartó alguna molestia de su parte con el cuerpo técnico y dijo estar listo siempre para aportar donde lo necesiten.
“Yo conozco al ‘profe’, sé como trabaja, sé que es un hombre ganador y quiere que la selección triunfe. La falta de resultados no nos ha ayudado y eso es lo que ha magnificado la situación, pero yo estoy dispuesto a jugar donde él me necesite”.
Cuando se detiene a analizar la actualidad del equipo patrio y el mal momento que se vive en la eliminatoria al Mundial Rusia 2018, Guerra no busca responsables y cree que todavía hay tiempo para mejorar.
“Cuando se pierde todo es malo. Y es entendible, la situación está muy complicada, pero este grupo de profesionales ha demostrado que puede hacerlo mucho mejor y creo que hay espacios para crecer. No hay un culpables, esta es una selección y las derrotas son de todos”.
Situaciones de juego
Una pifia del mediocampista nacido en Caracas abrió el camino al tropiezo ante Brasil 3-1. Sanvicente reprochó los “regalos” que daban goles a los rivales. Sin embargo, no se amilana ni lo toma como algo personal.
“Ese tipo de errores suceden a todo nivel, lo que pasa es que cuando es ante Brasil y terminamos perdiendo se ve mucho peor. Pero hay que levantar la cara y seguir halando. No hay que lamentarse”.
A sus 30 años siente que todavía queda mucho por mostrar y cree que la decisión de llegar al balompié cafetero es una de las más acertadas de su carrera y le atribuye la posibilidad de volver al combinado patrio.
“Siempre hubo algo de ansiedad por jugar en el exterior. Habían posibilidades, pero no cubrían las expectativas deportivas y quedó demostrado que el tiempo de Dios es perfecto. El chance llegó en el momento justo y a un gran equipo”.
Guerra no se adelanta a los acontecimientos y dijo que aunque no cierra ninguna posibilidad lo que vive en Colombia en el presente lo disfruta al máximo y eso no le da espacio para pensar en el futuro.
“Ojalá sigan llegando cosas buenas y puedan venir ofertas para otros lados del mundo, pero no me desvivo por eso. Así como llegó la posibilidad de venir acá si tengo que ir a otra parte que sea cuando Dios decida, no me presiono, ni pongo límites al respecto”.
Regreso oportuno
Pese a las molestias que vivió en las últimas semanas logró recuperarse y estar a disposición del cuerpo técnico verdolaga liderado por Reinaldo Rueda para la parte definitoria del torneo.
En 2014 y 2015 festejó el título en la liga colombiana y quedó a un paso de la corona de la Copa Sudamericana tras caer ante River Plate. El equipo verde disputó la gran final de la Liga Águila II-2015 contra Independiente de Medellín.
“Este conjunto de jugadores es muy entregado, no hay egoísmos y todos quieren aportar algo, no quieren ser figuras. Esa es la clave. Pude volver en el momento decisivo de la temporada y colaborar con el título que al final de cuentas era el gran objetivo. Ahora toca aprovechar los días en familia y regresar con más fuerza”.
Entrevista: Reynaldo Villaroel
Diario El Tiempo de Puerto La Cruz
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