Por: Daniel Prat Jerez
Enviado especial
Río de Janeiro-. Miroslav Klose era un joven delantero cuando perdió su la final del Mundial 2002 en Yokohama. Después de caer en cuartos de final de 1994 y 1998, Alemania volvía a jugar el partido decisivo. Klose también estuvo presente en la edición de 2006, cuando Italia los eliminó en semifinales.
Volvió a resbalarse a las puertas de la final en Sudáfrica 2010, a manos de España. Hoy su equipo nuevamente está a un escalón de la final y el ya veterano atacante no quiere volver a desaprovechar una posibilidad de ese tamaño, porque seguramente para él será la última.
“Esta es la cuarta semifinal consecutiva para nosotros, eso muestra una gran calidad, también creo que eso nos presenta una gran oportunidad que queremos aprovechar”, arengó el delantero, quien celebra el haber sostenido esa regularidad pero lamenta no haber podido concretar ninguna de esas actuaciones en un trofeo.
“Nuestro deseo es ese”, respondió sobre la oportunidad de ser campeones. “Tenemos grandes oportunidades de tener ese trofeo en nuestras manos pero siempre he dicho, debemos ir partido a partido, no podemos jugar la final antes que la semifinal, pero la posibilidad está ahí”.
El mismo optimismo de Klose parece haberse contagiado en todo el vestuario de Joachim Löw. “Hemos mejorado con los partidos. Creo que ahora mismo estamos en una buena forma”, afirmó el arquero Manuel Neuer, uno de los más destacados en el equipo. “La fe está ahí. No hemos perdido ningún juego y la confianza en nosotros mismos es bastante grande”, recalcó el capitán Phillip Lahm.
Brasil en el horizonte
El martes, el entusiasmado equipo alemán enfrentará a Brasil buscando regresar a una final por séptima vez. “Jugar en casa, para ellos, es una ventaja”, apuntó Klose. “No solo porque es el local, también es un gran equipo, con jugadores con mucha experiencia. Es un equipo top”, valoró Lahm.
Con 36 años entre pecho y espalda, Klose sabe que difícilmente la edad le permita estar en un quinto Mundial. Y después de tocar la puerta del título tantas veces, el atacante no quiere estacionar su carrera hasta poder entrar y acariciar la copa. Esta será su última oportunidad y tanto él como sus compañeros, creen que es posible lograr finalmente el cometido.
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