El ministro de Deportes griego Stavros Kondonís rechazó la nueva fecha anunciada la Federación de Fútbol Griega (EPO) (el 15 de mayo) para la final de la Copa de Grecia entre el Olympiacos de Pireo y el AEK Atenas, aplazada el pasado viernes a la petición de la policía por razones de seguridad.
“El ministro aplazó la final por un periodo de al menos 10 días. Y las razones de seguridad que evocó siguen en vigor”, destacó una fuente del ministerio de Deportes.
Según esta fuente, a pesar del acuerdo entre el Gobierno y la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) del 12 de abril de que la final de la Copa se disputara a puerta cerrada y con árbitros internacionales, los aficionados de los dos clubes habían previsto acompañar los autobuses de los jugadores hasta el estadio.
“Los hinchas hubieran podido enfrentarse en los alrededores del estadio o cualquier otro lugar de la ciudad”, explicó la fuente del ministerio.
La policía había expresado su preocupación a Kondonís por la coincidencia de la celebración de la final de la Copa, que debía jugarse el sábado, con la huelga general de 48 horas convocada para el 6 y el 7 de mayo por los sindicatos, a lo que se sumaba la “enemistad entre los hinchas de los dos clubes”.
El ministro de Deportes griego decidió el viernes, tras recibir estas alegaciones de la policía, aplazar la final.
Otra razón del aplazamiento de la final fue el “incumplimiento” por parte de EPO, según el ministerio de Deportes, del compromiso de que el partido sería dirigido por árbitros internacionales.
El árbitro que nombró EPO es internacional, no así los jueces de línea.
“La FIFA y la UEFA saben quién no ha cumplido con lo prometido, por eso no intervinieron en el asunto”, precisó la fuente del ministerio.
EPO decidió la fecha del 15 de mayo, según su comunicado, por ser la única “disponible” que permite al mismo tiempo a los equipos griegos jugar el torneo que decide qué equipos además del campeón de la liga juegan a las competiciones europeas.
Si este torneo no se celebra antes del 30 de mayo, los clubes griegos perderían a sus jugadores internacionales europeos, ya que deben concentrarse con sus selecciones nacionales con vistas a la Eurocopa.
El fútbol griego se está viendo muy afectado por la violencia de los hinchas, invasiones de campo, denuncias de manipulación de partidos y la falta de confianza crónica en los árbitros.
A comienzos de marzo, Kondonís suspendió la Copa de fútbol tras los enfrentamientos registrados durante la semifinal entre el PAOK Salónica y Olimpiacos, una decisión similar a la que tomó el año pasado al suspender durante varias semanas todas las competiciones nacionales a causa de incidentes que impidieron que se disputase el clásico griego entre Olimpiacós y Panathinaikós de Atenas.
La suspensión de la Copa en marzo provocó la reacción de la Federación de Fútbol Griega (EPO) y de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), que amenazó con la exclusión de todos los clubes y selecciones griegos de las competiciones internacionales.
El 12 de abril se llegó a un acuerdo entre el Gobierno y la FIFA que preveía que la EPO armonizaría su estatuto con los de la FIFA y examinaría con máxima prioridad los casos pendientes de corrupción.
EFE
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