Desde agosto de 2015 hasta junio de 2017. La Vinotinto sub-20 recorrió un largo camino que la llevó hasta el segundo lugar del Mundial, en un proceso que se desarrolló en varios países e incluyó decenas de jugadores.
El 17 de agosto de 2015, Rafael Dudamel fue presentado oficialmente en la sede de la FVF en Caracas. “Hoy ganamos un técnico con gran experiencia, que hizo un excelente trabajo cuando estuvo”, afirmó ese día Noel Sanvicente, en ese momento seleccionador de mayores, quien lo acompañó en el evento.
Dudamel regresó tras su etapa en la sub-17, a la que condujo al segundo lugar del Sudamericano de 2013, que le permitió clasificar al Mundial de la categoría. Luego dirigió en el torneo nacional al Deportivo Lara finalista de la Copa Venezuela, labor paralela a sus primeros meses al frente de la sub-20.
El primer módulo de entrenamientos se reunió en San Felipe a principios de septiembre de 2015. 11 de los futuros mundialistas estuvieron entre los 33 convocados. Fue el inicio de un trabajo que, de cara al Sudamericano de Ecuador, abarcó 25 módulos con casi 100 futbolistas del ámbito nacional y del exterior.
La preparación incluyó 30 partidos internacionales. Colombia, España, Ecuador y Uruguay recibieron a la Vinotinto juvenil, junto a nueve estados venezolanos. En Perú el elenco criollo se tituló en el Torneo de los Andes, con un grupo de jugadores que sirvió de base para el clasificatorio al Mundial.
“El Sudamericano sub-20 es la etapa más importante dentro de la formación de los futbolistas juveniles”, aseguró Dudamel en vísperas del torneo continental. “Es aquí donde el futbolista puede dar el salto al fútbol internacional”.
“Que podamos garantizar con esta generación un relevo, al país le va a dar mucha estabilidad a nivel de selecciones. Es importante la formación, pero más importante aún es que se hagan habituales sus participaciones en los Mundiales”, agregó el entrenador.
A esa altura, el yaracuyano ya era seleccionador de mayores. Desde abril de 2016, Dudamel y sus colaboradores asumieron el doble compromiso de las eliminatorias y la preparación del plantel juvenil, dualidad que no se modificó de allí en adelante.
El 19 de enero de 2017, Venezuela empezó el Sudamericano con un empate sin goles ante Uruguay, uno de los rivales que resultó recurrente en el proceso. Wuilker Fariñez, Ronald Hernández, Josua Mejías, Williams Velásquez, Eduin Quero, Yangel Herrera, Luis Ruiz, Sergio Córdova, Yeferson Soteldo, Ronaldo Peña y Antonio Romero fueron los titulares. Quero vio la roja en la segunda etapa, en un penal que Fariñez le tapó a Nicolás De La Cruz.
Tras la jornada de descanso, el conjunto criollo sufrió para igualar con Perú, tanto de Herrera. El hexagonal se complicó porque el marcador no se movió ante Bolivia. Sin embargo, la goleada uruguaya ante el once altiplánico le permitió a Venezuela clasificar con una igualdad sin goles ante Argentina. El paso por Ibarra se saldó con el cupo a la ronda final como tercero del grupo B, con cuatro empates y un gol a favor.
Ecuador, Colombia y Brasil, además de los ya conocidos Uruguay y Argentina eran los escollos a vencer para ir a Corea del Sur. Ellos, junto a la necesidad de mejorar el juego y la producción ofensiva. En el estadio Atahualpa de Quito, la Vinotinto obtuvo el quinto empate consecutivo en la primera fecha ante el vecino país.
El 2 de febrero llegó el triunfo esperado. En un partido bajo la niebla en la noche quiteña, Venezuela arrolló al local, con una actuación para el recuerdo y el renacer de la opción clasificatoria. Pese a la derrota contra Brasil, una nueva exhibición ante Uruguay certificó el cupo, un 8 de febrero, como en 2009, año de la primera clasificación al Mundial. La caída en la última fecha ante Argentina cerró la campaña con el tercer lugar de Sudamérica.
Con el pase en la mano, la planificación del Mundial empezó. En marzo, 16 jugadores iniciaron la preparación en paralelo a la Vinotinto mayor en el CNAR de Margarita. Dudamel partió hacia Italia y de allí pasó a Corea del Sur, con la intención de confirmar la última etapa de entrenamientos para el torneo y asistir al sorteo.
El 15 de marzo, el público nacional madrugó por primera vez en el actual ciclo. El sorteo de Suwon, Venezuela lo empezó en el pote 3, junto a Inglaterra y otros cuatro equipos. Alemania, el debutante Vanuatu y México, se convirtieron en los acompañantes del grupo B, con sede en Daejeon y la ciudad que albergó los emparejamientos.
La preparación se intensificó y entró en la recta final con el viaje a Honduras para dos amistosos, par de empates. Antes del viaje a Italia se confirmó la lista mundialista. Un plantel reducido a 21 jugadores por reglamento con la inclusión de Adalberto Peñaranda, Samuel Sosa, y los sub-17 Jan Hurtado y Christian Makoun, quienes estuvieron a punto de clasificar al Mundial de su categoría.
En suelo europeo, la selección disputó tres encuentros, incluido un empate con Italia. “Confío plenamente en mis jugadores, en la selección que hemos conformado para disputar el Mundial. Sentimos el momento tan importante que tenemos para trascender con esta gran generación de futbolistas, de demostrarle al mundo futbolístico que podemos aspirar seriamente a grandes resultados”, señaló Dudamel antes del viaje de la selección desde Novara hacia Asia.
El 20 de mayo empezó la ruta mundialista, con la meta inicial de superar los octavos de final de 2009 y crecer con el paso de los partidos. Contra Alemania, Venezuela logró encarrilar el triunfo en el inicio de la segunda mitad. Peña y Córdova marcaron los goles. Ante Vanuatu la cuenta se abrió a la media hora y terminó en 7-0, con dos tantos más de Córdova. México fue exigente, pero Córdova aprovechó un pase preciso de Peñaranda para completar una primera ronda impecable: 9 puntos, 10 goles a favor y ninguno en contra.
De allí en adelante, la ilusión fue in crescendo, aunque en tres jornadas consecutivas necesitó 120 minutos o más para cristalizarse. Japón complicó en Daejeon con el manejo del esférico, pero en el segundo tiempo adicional el orden venezolano se impuso a partir de un cabezazo de Herrera. En cuartos de final, en Jeonju, ya superada la barrera de ocho años atrás, Estados Unidos cayó ante el inteligente partido nacional, aunque el arco de Fariñez fue batido por primera vez en el Mundial.
La semifinal trajo a un viejo conocido: Uruguay en Daejeon. Encuentro parejo, tenso, que se puso cuesta arriba con un nuevo duelo desde el punto penal entre De La Cruz y Fariñez, que ganó el charrúa. A minutos del final, un brillante tiro libre de Sosa devolvió la esperanza. Esta se transformó en alegría cuando Fariñez de nuevo se midió a De La Cruz en el quinto penal de la tanda decisiva y paró el cobro para garantizar la primera final de un Mundial para el país.
Con el público nacional volcado hacia el equipo, sin reparar en el horario del partido, Venezuela enfrentó a Inglaterra en la final de Suwon. Dudamel apostó por Fariñez, Ronald Hernández, Velásquez, Ferraresi, José Hernández, Lucena, Herrera, Córdova, Peñaranda, Peña y Chacón. El cuadro europeo aprovechó su superioridad en el primer tiempo y se quedó con una ventaja que fue decisiva. Peñaranda falló un penal en la etapa complementaria y, a pesar del envión final, la Vinotinto terminó en el segundo lugar del Mundial.
Javier Rivera
Foto: FIFA.com / Archivo
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