Cuando llegan las 6 de la mañana, Manolo Contreras e Iván Quintana empiezan a recibir a sus pupilos en la recepción del Hotel Hesperia de Playa El Agua en la Isla de Margarita, ha llegado la hora de comenzar una nueva jornada de la Pretemporada Aurinegra.
Uno a uno se va juntando el heterogéneo grupo de efectivos atigrados para asumir y ejecutar las indicaciones asignadas por el cuerpo técnico. Antes de empezar a realizar esfuerzos, consumen una pequeña dosis de alimentación que les sirven de energía para el primer trabajo del día.
A orilla de la playa o alrededor del campo de golf, alternando cada día, la tropa tachirense cumple con la actividad de carrera continua de fondo, la cual permite además de activarlos desde muy temprano, arrojar las variables para las evaluaciones físicas basadas en los métodos científicos dirigidos por el apartado médico y físico del club.
De regreso al búnker provisional del cuadro más popular de Venezuela, la delegación pasa por el comedor para ingerir el desayuno, hecho cumplido se marca el regreso a las habitaciones para el descanso hasta la nueva sesión de entrenamiento.
La segunda cita está marcada a las 11:30 de la mañana, ahora la potencia y reacción se convierten en protagonistas de la escena, en la hora y media más exigente del día para los de amarillo y negro, quienes apelan a sus reservas energéticas para ilustrar con el trabajo el buen ambiente predominante en el contexto aurinegro en Margarita.
Con una temperatura promedio de 35 grados centígrados, el retorno de la zona de playa está acompañado del almuerzo, para pasar a cumplir con el descanso obligatorio hasta antes del accionar futbolístico, es este el final de la jornada, donde el preparador físico chileno junto al estratega tachirense, logran la “descarga” en el organismo de los jugadores para terminar así la agenda del día y regresar desde el campo deportivo del Colegio Guayamuri hasta la concentración aurinegra.
Antes de las 10 de la noche, todos los efectivos atigrados deben estar resguardados en sus respectivas habitaciones para el descanso, previamente el grupo se ha juntado para la cena y la posterior reunión del cuerpo técnico con los capitanes del pelotón para acordar puntos específicos del próximo día como los horarios y los uniformes a utilizar, todo enmarcado en la disciplina y compenetración del grupo, aspectos de gran interés y que también se fortalecen durante este proceso de trabajo a nivel del mar.
Así se pasa cada día en la Pretemporada Aurinegra, un ritmo agotador pero satisfactorio que ha logrado en los primeros cuatro días completar diez sesiones de entrenamiento, sembrando desde Margarita el título nacional que se quiere cosechar durante la temporada 2012-2013.
Prensa Deportivo Táchira F.C.
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