“Bajamos el ritmo en el segundo tiempo, es una realidad. No sé por qué pasó, pero nos costó encontrar espacios”. El análisis, expresado anoche por Lionel Messi, refleja un hándicap que persigue a Argentina: el cansancio.
Messi, que cumplió en la victoria ante Jamaica (1-0) su centésimo encuentro internacional -46 goles y 27 asistencias-, ya supera los 60 partidos en esta temporada en la que compitió a la máxima exigencia hasta el 6 de junio, cuando, junto a Javier Mascherano, levantó la Liga de Campeones con el Barcelona.
“Pretender una mejora física al saber cómo llegaron los jugadores es difícil: tenemos que disimular la merma física”, asumió el seleccionador Gerardo Martino.
A Martino le preocupa que el ritmo de Argentina sea tan discontinuo, capaz de realizar un gran primer tiempo ante Paraguay y de desmoronarse en el segundo, cuando los guaraníes equilibraron dos goles de desventaja.
También sucedió en el triunfo contra Uruguay (1-0), con un bajón en la última media hora que estuvo cerca de costar el empate, y frente a Jamaica, que, a pesar de no crear ocasiones claras, pasó de un exiguo 18,2 % de posesión en el primer periodo hasta el 36,5 % en el segundo.
“El primer tiempo fue bien jugado; noté una merma física en el segundo, que se hizo tedioso”, reconoció Martino en Viña del Mar, escenario del triunfo argentino ante los jamaicanos, con un tanto de Gonzalo Higuaín en el minuto 9.
“Al equipo le cuesta sostener la pelota con claridad. Faltó velocidad en la elaboración y precisión”, prosiguió Martino, quien ha avisado que al combinado que lidera le cuesta vivir sin la posesión.
En los cuartos de final del próximo viernes 26, el rival argentino puede que no perdone distracciones, ya que tendrá más calidad individual.
“Hicimos nuestro trabajo, fuimos primeros y veremos si nos toca Brasil u otro rival”, dijo con cautela Mascherano, cuyo rendimiento ha mejorado por la ayuda del medio de contención Lucas Biglia (Lazio).
Cuando Argentina entra en la fase decisiva del torneo, la sequía de entorchados puede también pesar psicológicamente, pues ya son veintidós años sin vencer unaCopa América y casi treinta sin ganar un mundial.
Sobre el papel, las disculpas sobran, sobre todo por el excelente abanico de futbolistas de los que dispone, con Messi a la cabeza.
‘La Pulga’ repitió ante Jamaica como el futbolista más rematador (nueve ocasiones) y se situó además como el que dio más pases, un total de 83.
Su tendencia a recibir el balón en posiciones más retrasadas y la frecuencia con la que sus compañeros le buscan explican que el delantero Messi sea también un armador de juego.
La centésima participación internacional de Messi no pudo ser coronada con un tanto, aunque estuvo cerca de lograrlo.
Al término del encuentro, los jamaicanos le buscaron para saludarle e incluso el delantero Deshorn Brown se sacó con su ídolo Messi una ‘selfie’ (autorretrato) con su propio teléfono móvil.
EFE
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