César Castro, defensor venezolano que en otrora defendiera la camiseta del Olympiakos Nicosia de Chipre, ha vuelto a tierras tropicales pero no a jugar al fútbol, al menos por ahora. “He venido con planes familiares porque hace 4 años que no venía a Venezuela, y quiero disfrutar con la familia y que la familia disfrute un poco de nosotros también, viendo la posibilidad de jugar aquí y ver cuán reales son”, expresó.
A finales de febrero, Castro fue atacado y amenazado por dos “matones” en Chipre, quienes le exigían rescindir del contrato que tenía para entonces con el club de la ciudad de Nicosia. Tras la negativa del criollo, los sujetos le golpearon y apuntaron con una pistola, obligándole a firmar un par de documentos con el logo de la institución y espacio para firma de su presidente, el cual, además, hacía renunciar al zaguero del sueldo que se le adeudaba.
Con la página pasada un tanto a medias, César ha confesado tener un par de propuestas provenientes del balompié helénico, sumándose a otra que le ha llegado de Rusia, pero ha preferido “calmar un poco” esas ofertas con la fe de que toda la tensión generada en Chipre se “tranquilice”.
Castro no ha descartado el chance de vestirse con alguna camiseta de un conjunto nacional, por el contrario, expresó sus ganas de jugar en estas tierras. “Siempre uno desea jugar en Venezuela, tu país. Por más tiempo que uno lleve fuera, siempre serás un extranjero más y ésta será tu casa. Siempre he querido jugar aquí, pero depende de muchas cosas todavía, lleva mucho tiempo y esperaremos a lo que pueda pasar”, concluyó.
César De Pablos
Foto: X El Fútbol
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