Iker Casillas, portero del Real Madrid, sufrió en el estadio de Mestalla su cuarta lesión de su carrera, una fractura en la base del primer metacarpiano de la mano izquierda, la más grave desde que debutó con el conjunto blanco en 1999 hace catorce años.
El guardameta madridista ha sido un deportista que a lo largo de su carrera apenas ha pasado tiempo en la enfermería. Sin embargo, en esta ocasión, después del incidente que sufrió ante el Valencia en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, deberá acostumbrarse a una situación casi nueva para él.
La primera vez que Iker se lesionó fue el 14 de octubre de 2000, durante un partido de Liga entre el Real Madrid y el Deportivo que se disputó en el estadio Santiago Bernabéu y que acabó 3-0 para el cuadro madridista.
Entonces, Casillas sufría una sobrecarga muscular y en el minuto 68 decidió pedir el cambio por precaución. César Sánchez fue el encargado de sustituirle y el capitán del Real Madrid se perdió el siguiente duelo de su equipo, ante el Bayer Leverkusen, en el cuarto partido correspondiente a la primera fase de la Liga de Campeones.
Casillas reapareció una semana después para disputar su primer encuentro en el Camp Nou. El 21 de octubre de 2000, volvió tras superar su lesión muscular en el famoso choque marcado por el regreso del portugués Luis Figo al que fue su estadio durante varias temporadas.
El siguiente incidente lo sufrió cinco años después, el 2 de marzo de 2005, en un encuentro de Liga contra el Betis, también disputado en el estadio Santiago Bernabéu. Aquel día, sufrió una contractura en el músculo abductor de la pierna izquierda tras golpear un balón y de nuevo fue sustituido por César, esta vez en el minuto 54.
En aquella ocasión, Casillas no se perdió su siguiente compromiso y estuvo presente en Mestalla para enfrentarse al Valencia en un choque que finalizó 1-1. Después, tampoco tuvo problemas para jugar contra el Juventus en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.
La penúltima vez que el portero del Real Madrid se lesionó fue el 20 de agosto de 2007, durante un entrenamiento de la selección española, que preparaba un encuentro amistoso frente a Grecia. Casillas chocó con Cesc Fabregas y sufrió una fuerte contusión en el tendón cualocipital de la rodilla derecha que le impidió jugar aquel partido.
Tras una semana de inquietud y dudas, se recuperó para participar en el derbi ante el Atlético de Madrid que se disputó en el Santiago Bernabéu cinco días después de lesionarse. El Real Madrid ganó 2-1 y Casillas jugó los 90 minutos.
Han pasado seis años desde su última lesión y, en esta ocasión, tendrá que estar alejado de los terrenos de juego mucho más tiempo que en anteriores ocasiones. Serán un mínimo de cuatro semanas, según fuentes médicas consultadas por EFE, y un máximo de ocho, tal y como desveló también a EFE fuentes próximas al jugador. El Real Madrid nunca había estado tanto tiempo sin su capitán.
EFE
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