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Bacca y Ramos, los dos venezolanos de Colombia

Daniel Prat Jerez
Especial para Lavinotinto.com

Rio de Janeiro.- Entre los 23 jugadores que han llevado a Colombia hasta donde nunca antes había llegado, a los cuartos de final del Mundial, hay dos para los que Venezuela es mucho más que uno de sus vecinos.

Para Adrián Ramos y Carlos Bacca, los dos delanteros suplentes de José Pekerman, el torneo venezolano fue el trampolín que les permitió estar hoy celebrando un triunfo que es histórico para su país.

Bacca aterrizó en diciembre de 2007 en el Minervén que dirigía José Hernández. Acababa de cumplir 20 años de edad y en el Junior no jugaba porque el titular era Teo Gutiérrez.

“Esa etapa me ayudó mucho porque aprendí bastante”, recordó el goleador tras el partido en el que derrotaron a Uruguay por 2-0. El costeño terminó el Clausura de 2008 como el máximo goleador de la segunda división con 16 tantos, aunque antes tuvo que pasar más de una tarde desagradable.

Inicialmente, el club buscó en Colombia al central Jorge Amara y el volante Luis Coronel. Bacca entró a última hora en la operación y terminó el torneo como la figura.

“Mucha gente allá me ayudó mucho. Carlos Delgado, todos me ayudaron a crecer como persona y como futbolista. Esa época me ayudó mucho, me ayudó a madurar porque me despegué de mis padres y pude dejar mi nombre en alto”, rememoró con una sonrisa.

De ese grupo, Bacca mantiene contacto aún con varios. “Claro, con Nerio (Hernández), con José (Hernández), con (David) Urquiola, ‘Tico’ (Pérez) o (Carlos) Verdú, porque hicimos una muy buena amistad”. Aquel equipo terminó logrando el ascenso a primera.

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A diferencia de Bacca, Adrián Ramos no mantiene contacto con nadie del Trujillanos que lo vio brillar, firmando ocho goles en el Clausura de 2005. El atacante llegó a Valera con 19 años de edad y en medio de un momento difícil para el equipo. Una mala racha que no cesó hasta que Pedro Vera asumió las riendas.

Con él en el banco, Ramos explotó y ayudó con sus goles al equipo a clasificar a la Copa Sudamericana. “Fue algo muy lindo”, comentó tras el encuentro. “Esa etapa me ayudó a ser lo que soy hoy, estoy muy contento de haber pasado por ahí”, añadió.

Tras Puerto Ordaz, Bacca regresó a Barranquilla donde terminó de explotar con el Junior. Sus goles le valieron el pase al belga Brujas y luego al Sevilla. El camino de Ramos fue similar. Regresó a su club, el América de Cali, luego pasó por Santa Fe antes de desembarcar en el Hertha de Berlin y ahora en el Borussia Dortmund.

Hoy ambos coinciden dentro del vestuario de la sorprendente Colombia, mientras comparten su sonrisa al hablar de Venezuela. El país que les sirvió de trampolín para llegar a donde están hoy.

Lavinotinto.com
Foto: EFE

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