El partido del domingo pasado ante Trujillanos significaba la última salida que por el campeonato regular debía realizar esta temporada Atlético Venezuela. El saldo fue de empate sin goles ante el aurimarrón, lo que representó la quinta igualada consecutiva en la carretera que obtiene en el Clausura el equipo que dirige José Hernández; un invicto que iguala al mejor registro fuera del Brígido Iriarte alcanzado por el Atlético en Primera División (en el Apertura 2013 también se mantuvo cinco partidos sin perder fuera de casa, pero logrando cuatro victorias).
Esta campaña 2013 – 2014 fue positiva para Atlético Venezuela fuera de su terruño. Con un registro de cinco victorias, 8 empates y apenas cuatro derrotas en 17 partidos, la banda nacional acumuló 23 puntos, uno más que el registro total de unidades de la temporada 2012 – 2013 (22).
Tiemblan los locales
El arranque prodigioso que tuvo el equipo nacional en el Apertura 2013, lo llevó a conquistar 14 puntos en cinco salidas consecutivas, logro importante que le permitió luchar hasta casi el final del torneo por alcanzar el título, un ritmo que no pudo mantener en el Clausura 2014. Sin embargo, Atlético se mantiene como uno de los equipos más difícil de ganar cuando juega de visitante.
A falta de una sola fecha por disputar del actual Torneo y, por ende, del campeonato, Atlético Venezuela se ubica quinto en la tabla general acumulada de los visitantes, producto de esos 23 puntos (empatado con Carabobo, quien posee mejor diferencia de gol), quedando por encima de equipos con solera y tradición como Deportivo Táchira y el rival del pasado domingo, Trujillanos.
La influencia de una mala cancha
La buena marcha del Atlético fuera de su casa obedece a varios aspectos. El primero, el estado del terreno de juego del Estadio Brígido Iriarte. A lo largo del año futbolístico, el césped del escenario de El Paraíso se mostró sumamente maltratado, producto del “cóctel” provocado por el poco mantenimiento y uso exagerado que se le da. Dicha situación, predispone a los futbolistas y obliga a que el equipo, incluso los visitantes, se valga de cualquier maniobra extra para poder rendir en un campo tan descuidado.
José Hernández es un técnico que impone en su filosofía el manejo de la pelota a ras de piso, la tenencia como prioridad y el contragolpe como resolución, Pero es harto difícil que esos principios se pongan en juego cuando triunfa lo impredecible en una grama tan desnivelada. Por eso, las mejores presentaciones del Atlético son fuera de su cancha, en la carretera, sin importar cuáles sean los rivales, en campos donde el trato brindado al balón no se vea afectado.
Precisamente, es fuera de casa donde Atlético Venezuela muestra su mejor cara. Se ha convertido en un rival difícil de vencer (apenas cuatro derrotas en 17 partidos), siendo el tercer equipo que menos derrotas ha cosechado cuando viaja. La solidez defensiva y la velocidad de sus contraataques hace de los nacionales un duro hueso de roer.
Cuando aún queda una fecha, Atlético espera resolver su último partido en casa ante Llaneros con una victoria, esa que brinde la confianza necesaria para encarar la Serie Presudamericana con el optimismo de alcanzar ese ansiado cupo internacional. En esa serie, los de José Hernández también tratarán de mantener esa prestancia en condición de visitante que, con un buen desempeño de local, permita alcanzar el objetivo ansiado.
Prensa Atlético Venezuela
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