A medida que nuestro planeta se enfrenta a algunos de los desafíos más críticos de la historia y retrasa nuestro camino hacia la sostenibilidad, la Hora del Planeta busca difundir mensajes que generen conciencia de la necesidad que tenemos de tomar medidas en pro del ambiente.
Desde Times Square, a la Casa de Opera de Sydney, de Brunéi a Lituania, del edificio más alto del planeta a un iglú esquimal, el mundo entero celebrará una vez más la acción voluntaria por el ambiente más grande de la historia, cuando se apaguen las luces durante la Hora del Planeta, el 31 de Marzo.
Este año por primera vez, La Hora del Planeta se extenderá a la Estación Espacial Internacional, donde el astronauta y Embajador André Kuipers vigilará como nuestro planeta apagará sus luces durante el evento, compartiendo fotos y comentarios en vivo de su experiencia a través de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Venezuela por segundo año consecutivo participará oficialmente con eventos simultáneos en Caracas, Barquisimeto y Maracaibo. El concepto local de la campaña nuevamente estuvo a cargo de la prestigiosa agencia de publicidad Leo Burnett Venezuela, que apoyó la iniciativa generando un concurso interno en su programa “La Universidad Verde”.
Bajo el lema “Apaga las luces y enciende las estrellas” se busca inspirar a la comunidad a disminuir la contaminación lumínica por 1 hora, para así poder apreciar las estrellas desde las principales ciudades del país, con una gran meta “Convertir estas ciudades en los planetarios más grandes del mundo”.
El Director Nacional de La Hora del Planeta Venezuela, Jet Vargas, manifiesta que todos, necesitamos creer que podemos hacer una diferencia y actuar para hacer realidad un futuro mejor, ene este sentido expresa la importancia de las redes sociales, “este año será más activa la participación gracias a los medios digitales que nos ofrecen una mayor oportunidad de conectar a las personas con el deseo de tomar medidas muy necesarias para cuidar el ambiente “, dijo Vargas.
La Hora del Planeta ha pasado de ser una iniciativa aislada de la ciudad de Sidney en 2007, a un fuerte movimiento mundial de 5251 ciudades en el año pasado llegando a más de 1,8 millones de personas en 135 países a través de los siete continentes.
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