El viaje desde y hacia Venezuela es uno de los obstáculos que están enfrentando los equipos involucrados en la Copa Libertadores 2015. Universitario de Sucre, equipo boliviano que jugará el martes contra Mineros de Guayana tendrá un largo periplo para cumplir con su compromiso.
“Venezuela es el país al que nadie quiere ir”, comentó el gerente de Universitario, Jorge Laguna, al diario Correo del Sur en relación a las dificultades que les ha representado planificar el viaje a Puerto Ordaz.
“Para llegar a Venezuela vamos a gastar tres veces más de lo que se gasta normalmente a Argentina o Perú. De los 30 mil dólares que se gasta por ir a esos países, llegar a Puerto Ordaz nos significará un aproximado de 80 mil dólares”, afirmó el dirigente.
Luego de varias semanas de trabajo, esta semana el conjunto boliviano concretó los principales aspectos logísticos del desplazamiento a Venezuela. Uno de los factores que alargó el proceso fue el cambiario: “Hace pocos días estuvo en Venezuela un equipo chileno (Palestino), pero tuvo serias dificultades económicas”.
Universitario, que empató con Cruzeiro en su debut copero, empezará su viaje el sábado en la tarde en dos grupos. Uno viajará a Caracas vía La Paz-Bogotá y otro vía Santa Cruz de la Sierra-Lima. Una vez reunidos en Caracas, al mediodía del domingo, viajarán a Puerto Ordaz, por tierra o por aire, lo que está por definirse.
Otros equipos enfrentaron largos viajes
El primer equipo que se desplazó a Venezuela en la actual edición del torneo internacional fue el paraguayo Cerro Porteño. El plantel del Ciclón partió el domingo 1 de febrero, pasó la noche en Maiquetía y al día siguiente llegó a San Cristóbal. Deportivo Táchira viajó 15 horas una semana después, pasando por Cúcuta, Bogotá y Lima para llegar a Asunción y jugar la vuelta de la primera fase.
El argentino Racing Club fue el siguiente equipo en hacer el viaje. Su vuelo fue cancelado inicialmente, y tras un día de espera, el plantel de la Academia se instaló en el hotel de concentración en la noche del 16 de febrero, 24 horas antes de su partido. La ruta fue Ezeiza-Iquique-Cúcuta, junto a sus aficionados, a quienes les fue vendido el cupo en el vuelo en 1800 y 1900 dólares, según si eran socios o no.
“Fue un viaje largo desde Barinas a Montevideo, por lo que los dejamos descansar en el día y sobre la noche regeneramos. Ya para el día siguiente trabajaron un poco más con la pelota para ponerse a tono”, describió el preparador físico de Zamora FC, Javier Milán, en relación al desplazamiento hecho a Uruguay el 13 de febrero.
Mineros de Guayana tuvo que esperar hasta pocos días antes de su partido en Argentina contra Huracán para confirmar detalles de su viaje, ya que su rival se definió en la primera ronda. De un viaje a Lima pasó a ser uno a Buenos Aires. Partió de Puerto Ordaz el viernes 20 de febrero en la tarde y llegó a Ezeiza la mañana siguiente.
El viaje de Táchira a Lima, pasando por Cúcuta y Bogotá, duró ocho horas el 21 de febrero. Como en el caso de Zamora y Mineros, el cuadro aurinegro tuvo que suspender compromisos del torneo Clausura para atender los del certamen continental.
Palestino, equipo chileno que es el más reciente visitante copero, llegó a Barinas el 25 de febrero, tras nueve horas de un viaje que pasó por Iquique y Barquisimeto. “Fue un viaje pesado”, resumió el jugador Jason Silva.
Cada conjunto participante en la Libertadores recibe 250 mil dólares por partido disputado como local en la primera fase y 300 mil por cada uno en la misma condición en la fase de grupos.
Javier Rivera
Foto: EFE
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